Nota: Este capítulo presenta bastantes desafíos intelectuales. Para algunos participantes puede ser difícil entender estos conceptos. Sin embargo, les pido que se enfrenten con este desafío, hagan el trabajo intelectual necesario para comprenderlo, y pidan de Dios la sabiduría necesaria (Santiago 1:5-6). Es que estamos entrando ahora al problema fundamental de la "educación cristiana".
"Del Señor es la tierra y
todo lo que la llena,
el mundo, y los que en él habitan." (Salmo 24:1)
"Porque recta es la palabra
del Señor, y toda su obra es hecha con fidelidad. (...)
Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y
todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
(...)
Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió.
(...)
El consejo del Señor permanecerá para siempre; los
pensamientos de su corazón por todas las
generaciones." (Salmo 33:4.6.9.11)
"Para siempre, oh Señor,
permanece tu palabra en los cielos.
De generación en generación es tu fidelidad; tú
afirmaste la tierra, y subsiste.
Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
pues todas ellas te sirven." (Salmo 119:89-91)
El Señor creó el universo entero y gobierna sobre él. Ser cristiano significa reconocer el señorío de Jesucristo y someterse a El. Reconocer que el Señor gobierna sobre todo, significa aplicar Su palabra a todos los asuntos de la vida.
La palabra de Dios es verdadera en todo lo que dice. Su palabra no se limita al plan de salvación y a asuntos religiosos. Dios ha hablado también acerca de la historia, de la geografía, de las ciencias, de la psicología, de la educación, de la política, de la economía, y muchos otros asuntos más. Su palabra es verdadera también en todo lo que dice acerca de estos asuntos.
Tristemente, muchos evangélicos no aceptan eso. Por
ejemplo, un representante de las Sociedades Bíblicas
Unidas (SBU) dijo una vez, preguntado por qué su
organización colaboraba con evolucionistas: "La
Biblia no es un libro científico. La Biblia nos dice la
verdad religiosa de que Dios creó el mundo, pero la
ciencia (evolucionista) nos dice la verdad científica de
cómo lo creó."
Esta es la enseñanza de las "dos verdades".
Esta falsa enseñanza dice que pueden existir al mismo
tiempo dos "verdades" que se contradicen entre
ellas - por ejemplo una "verdad religiosa" y
otra "verdad científica" distinta.
En realidad, la Biblia dice también cómo Dios
creó el mundo:
De la nada (no de una materia preexistente que
hubiera explotado en un "Big Bang").
Por medio de Su Palabra (no por medio de
procesos que suceden por sí mismos).
De una manera bien planeada y diseñada (no por
medio de la casualidad).
En seis días (no en millones de años).
De manera "muy buena" y perfecta, donde no
existía el sufrimiento ni la muerte, hasta que el hombre
pecó. (No con la muerte de millones de animales que
hubieran existido antes del hombre.)
Creó al hombre en Su imagen (no como un animal
entre otros animales).
- Todos estos puntos contradicen directamente la teoría
de la evolución. Entonces, si los científicos
evolucionistas tuvieran la razón, ¿Dios se hubiera
equivocado al decirnos todas estas cosas? El
representante de las Sociedades Bíblicas estaba
diciendo, en esencia, que Dios era tal vez un buen
teólogo, pero no un buen científico; y que los
evolucionistas eran mejores científicos que Dios mismo.
(Efectivamente ya se han hecho muchas observaciones científicas que contradicen la teoría de la evolución. Hay bastante información disponible sobre este tema en libros y en sitios internet correspondientes.)
De esta manera, muchos evangélicos viven con una "mente dividida": Han dividido su mundo en una "esfera religiosa" y una "esfera secular". En la esfera religiosa aceptan la palabra de Dios como verdadera - o sea, en su relación personal con Dios y en la iglesia. Pero en la esfera secular se someten a las ideas de este mundo y rechazan lo que dice la palabra de Dios - por ejemplo en su trabajo diario, en los negocios, en las ciencias, y en la educación. Por eso están llenos de ideas y prácticas que contradicen la palabra de Dios.
Ellos no toman en cuenta lo siguiente:
- Que no pueden existir dos "verdades" que se
contradicen; una cosa no puede ser falsa y verdadera a la
vez.
- Que Dios tiene conocimiento perfecto de todo, no
solamente de la teología, también de la ciencia, de la
educación, etc.
- Que a diferencia de Dios, los hombres son falibles y
pueden equivocarse - aun los mejores científicos. Por
eso la palabra de Dios es siempre superior a la palabra
de los "expertos" de este mundo.
- Que ser cristiano significa seguir al Señor y confiar
en El en todo, no solamente en los "asuntos
religiosos".
Por eso necesitamos evaluar toda enseñanza a la luz de la palabra de Dios. No solamente las enseñanzas religiosas; también las enseñanzas en cuanto a las ciencias o la educación.
Ahora, es cierto que la Biblia no contiene informaciones sobre todos los campos del saber. Por ejemplo, no tenemos información bíblica acerca del funcionamiento neurológico del cerebro humano. Dios nos ha dado inteligencia para investigar tales cosas por nosotros mismos. (Prov.25:2) No rechazamos los resultados de investigaciones científicas que nos dan un mejor entendimiento en campos como este. Pero como cristianos, tenemos que considerar tales investigaciones siempre dentro del marco de los eternos principios bíblicos.
En otras palabras: La Biblia no nos provee un conocimiento completo de todo; pero sí nos provee un conocimiento verdadero de las cosas que se mencionan en ella. A nosotros nos corresponde complementar nuestro conocimiento mediante investigaciones científicas; pero no debemos sacar de allí conclusiones que contradicen la palabra de Dios.
(Nota adicional) Algunas personas han dicho que el descubrimiento del sistema heliocéntrico (que la tierra orbita alrededor del sol) contradice la palabra de Dios. Pero la Biblia no enseña en ninguna parte explícitamente que el sol orbite alrededor de la tierra. Cuando dice que "el sol sale" o "el sol recorre su camino en el cielo", está usando el lenguaje normal de cualquier persona que observa los hechos desde la tierra. (Particularmente el Salmo 19 que a veces se cita en este contexto, debe entenderse como lenguaje poético.) Aun los astrónomos modernos dicen que "el sol sale" y "el sol se pone", aunque saben muy bien que en realidad es la rotación de la tierra que produce el movimiento aparente del sol. Nadie los acusa de "contradecir la ciencia" al usar este lenguaje normal.
Dios ha hablado mucho acerca de la educación de los niños, y de Sus propósitos con ellos.
Pero este mundo a su vez ha producido un montón de
teorías y prácticas "educativas". Muchas de
estas teorías y prácticas incluso han sido establecidos
oficialmente por los gobiernos, en forma de
"sistemas educativos" estatales. Por eso,
muchos evangélicos creen que estos sistemas educativos
son "la pedagogía verdadera", y los aceptan
ciegamente.
Como cristianos tenemos que evaluar todas
estas ideas a la luz de la palabra de Dios. No podemos
aceptar como "verdadera" a ninguna pedagogía
que contradice la palabra de Dios. En su lugar, tenemos
que establecer una pedagogía bíblica.
Este curso es un intento de describir y aplicar principios bíblicos acerca de los niños y su educación. Como dije en la introducción, este curso es un trabajo en progreso. Yo mismo necesito evaluar constantemente a la luz de la palabra de Dios, lo que creo, enseño y practico. De la misma manera, usted como participante de este curso, debe evaluar lo que escucha, lee y aprende. La medida de esta evaluación debe ser la palabra de Dios - no la palabra de algún profesor o "experto". A menudo encontraremos que tenemos que corregir nuestra manera de pensar, porque la palabra de Dios dice algo diferente.
Muchas iglesias han metido ideas de este mundo dentro de su "ministerio con niños". Por ejemplo, han organizado una "escuela dominical" según el molde de las escuelas de este mundo. O están inculcando en sus niños que la meta más importante en la vida es "ser un buen profesional para obtener un buen trabajo" - al igual como la gente del mundo. Así están mezclando la palabra de Dios con ideas opuestas a la Biblia. ¡Esto no puede producir buen fruto! Cada grupo cristiano, cada familia cristiana, debe hacer primero esta decisión fundamental: ¿Vamos a educar a nuestros niños según los principios de este mundo, o según los principios de Dios? No podemos seguir "cojeando entre dos opiniones" en este asunto. Mientras no nos ponemos decididamente del lado de Dios, el mundo ganará.
Para reflexionar: Converse en el
grupo acerca de estos dos puntos mencionados:
1. ¿Es la "escuela dominical" una idea
bíblica? ¿Lo puede fundamentar desde la Biblia? Según
la Biblia, ¿cuál es el lugar apropiado y la forma
apropiada para educar a los niños?
2. ¿Qué dice la Biblia acerca de la meta de "ser un buen profesional para obtener un buen trabajo"? ¿Cuál es la meta más importante en la vida, según la Biblia? - En consecuencia, ¿en cuál meta debemos invertir la mayor parte de nuestro tiempo?
Para reflexionar: Piense acerca de su propia vida. ¿Está usted dispuesto/a a evaluar bíblicamente todo lo que cree, todo lo que ha aprendido, en su familia, escuela y formación profesional? ¿Está usted dispuesto/a a corregir todas sus creencias anteriores, si descubre que contradicen la palabra de Dios?
La triste realidad actual es, que aun en las iglesias que se llaman cristianas, existe muy poca verdadera educación cristiana. La mayoría de las iglesias practica una educación mundana, y la enriquece con un poco de contenido cristiano. Por ejemplo, cuentan historias bíblicas a los niños; pero para contarles estas historias, separan a los niños de su ambiente asignado por Dios (la familia), los colocan en grupos grandes donde naturalmente opera la "ley del más fuerte" (algo que Dios aborrece), y los enseñan mediante métodos de acondicionamiento por recompensas y castigos, igual como las escuelas seculares. - O abren escuelas y colegios evangélicos, los cuales son copias exactas de las escuelas estatales, excepto que se añaden unos tiempos devocionales y se enseñan clases de religión evangélica en vez de la católica; pero los demás contenidos se enseñan como si Dios no existiera, igual como en las escuelas del mundo. - Todo esto sucede porque al inicio no hubo ninguna decisión clara y firme, de obedecer al Señor en todas las áreas de la vida y del pensamiento.
Los capítulos siguientes presentarán principios bíblicos acerca de la educación de los niños. También evaluarán diversas corrientes psicológicas y pedagógicas que tienen influencia en el mundo y en las iglesias. No se sorprenda si algunos de estos conceptos chocarán contra lo que usted cree o ha aprendido. Todos nosotros hemos recibido una formación influenciada por ideas de este mundo. Como hemos visto, aun las iglesias no están libres de estas influencias del mundo. Así hemos aceptado muchas ideas como "verdaderas" o "naturales" y "obvias", y nunca nos hemos preguntado si son conformes a la palabra de Dios. Nos podemos sorprender mucho al descubrir que la palabra de Dios dice algo distinto de lo que siempre hemos creído. Prepárese para corregir sus creencias, a medida que va descubriendo lo que Dios dice acerca de los niños.
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." (Romanos 12:1-2)
La "renovación de nuestro entendimiento"
comienza cuando nos damos cuenta de que nuestra forma de
pensar no corresponde a la forma de pensar de Dios. Desde
una edad muy temprana hemos asimilado ideas acerca del
mundo, acerca de nosotros mismos, y acerca de Dios -
ideas que tomamos por dadas y que quizás nunca hemos
cuestionado. Quizás ni siquiera se nos ha ocurrido la
idea de que sería posible pensar de otra manera.
(Por ejemplo, muchas personas crecen con la idea de que
"trabajamos para ganar dinero". Nunca se les
ocurre pensar que el trabajo podría tener otro
propósito. Se quedan muy sorprendidos cuando se dan
cuenta de que muchos hombres de Dios en la Biblia no
trabajaron para ganar dinero, sino para obedecer a Dios o
para glorificarle a El.)
Este conjunto de ideas se llama la
"cosmovisión" de una persona. Cada persona
tiene una cosmovisión, aunque muchos no están
conscientes de ello. Distintas personas tienen distintas
cosmovisiones. La gran mayoría de las personas crecen
con cosmovisiones que contradicen la palabra de Dios.
(Aun aquellas personas que crecen en iglesias
cristianas.)
Una parte de nuestra cosmovisión son, por ejemplo, las
ideas que tenemos acerca de la educación de los niños.
La Biblia también nos presenta una cosmovisión: la cosmovisión de Dios. O sea, la manera como Dios ve el mundo. A medida que entendemos más de la Biblia, entendemos más de esta cosmovisión de Dios. Y si estamos dispuestos a obedecerle, entonces comenzaremos a corregir nuestra propia cosmovisión, para que sea más de acuerdo con la cosmovisión de Dios. Esta es la "renovación del entendimiento" de la que habla Romanos 12:2. Es un proceso largo que no terminará hasta el fin de nuestra vida.
Averiguar los pensamientos de Dios acerca de todas las áreas de la vida - incluída la educación
Entonces, el primer paso consiste en darnos cuenta de que nuestra cosmovisión necesita cambiar, para estar de acuerdo con la cosmovisión de Dios. El segundo paso consiste en averiguar en qué consiste la cosmovisión de Dios. O sea, empezamos a buscar respuestas cristianas y bíblicas acerca de preguntas como estas: ¿Cómo piensa Dios acerca del mundo? ¿Cómo piensa Dios acerca de mí? ¿Cómo quiere Dios que nos relacionemos con El? ¿Para qué estoy en este mundo? - etc.
Al hablar de educación, buscaremos respuestas cristianas y bíblicas a las preguntas relacionadas con la educación: ¿Cuáles son los propósitos de Dios con los niños? ¿Cómo debemos tratar a un niño? ¿Qué metas educativas tiene Dios con los niños? ¿Quiénes deben educar a los niños? ¿Cómo puede un niño relacionarse con Dios? - etc.
Para reflexionar: ¿Puede espontáneamente mencionar unos pasajes bíblicos que responden a alguna de estas preguntas?
Examinar las enseñanzas de este mundo
Al mismo tiempo, tenemos que evaluar todas las otras enseñanzas que escuchamos o leemos acerca de la educación: ¿Es esta enseñanza conforme a la palabra de Dios? ¿El autor de esta enseñanza se ha sometido al señorío de Dios en todos los aspectos de la vida, y especialmente en cuanto a la educación? (Si esto no es el caso, entonces su enseñanza no puede ser completamente verdadera.) ¿Reconoce esta enseñanza que los niños son propiedad de Dios, o los considera propiedad de otras personas, o de sí mismos? ¿Reconoce y respeta esta enseñanza a las autoridades que Dios ha puesto sobre la educación de los niños - o sea, a los padres? ¿o intenta colocar otras autoridades sobre la educación? ¿Reconoce y respeta esta enseñanza el derecho de los niños a tener una relación personal con Dios, y a ser educados conforme a la verdad de Dios? - etc.
Distinguir entre hechos e interpretaciones
En cuanto a enseñanzas científicas, es
particularmente importante distinguir entre observación
objetiva e interpretación subjetiva. Cada
ciencia auténtica se basa en observaciones de hechos
reales: Mediciones; descripciones o fotografías de lo
que se ha visto; objetos encontrados; resultados de
experimentos; etc. Estas observaciones, si son hechas con
seriedad, son objetivas, o sea, describen la
realidad, independientemente de quien hizo la
observación. Diferentes personas que observan los mismos
objetos con los mismos medios, verán lo mismo.
A base de estas observaciones, los científicos sacan sus
conclusiones. Estas conclusiones van más allá de lo
que se puede observar; o sea, buscan una
explicación posible de las observaciones, añadiendo
suposiciones que no se pueden saber con seguridad. Estas
conclusiones son subjetivas: Diferentes personas
pueden llegar a conclusiones diferentes, a base de las
mismas observaciones.
Un ejemplo de la vida diaria: Juanito llega a casa,
encuentra una nota de su mamá: "Juanito, he
alistado agua para que te bañes", y ve que la
bañera está llena de agua tibia. Agarra un termómetro
y mide la temperatura del agua: 32ºC. Esta es una
observación objetiva. "Justo una temperatura
agradable para bañarme", dice Juanito.
"Seguramente mi mamá acaba de llenar la bañera
ahora mismo porque sabía que yo iba a llegar a esta
hora." - Esta es una interpretación subjetiva. A
base de las observaciones hechas, Juanito no puede
saber a qué hora su mamá llenó la bañera. Su
mamá puede haber llenado la bañera hace pocos minutos
con agua tibia, como supone Juanito. Pero también puede
haberla llenado dos horas antes con agua muy caliente, y
el agua se estaba enfriando durante esas dos horas.
Juanito ha añadido una suposición propia a sus
observaciones. - Los científicos hacen esto todo el
tiempo, porque no se puede establecer ninguna teoría
científica sin añadir suposiciones. A veces, las
suposiciones pueden verificarse con experimentos
posteriores; pero algunas suposiciones nunca se podrán
verificar.
Ahora, estas interpretaciones subjetivas son a menudo
influenciadas por las creencias personales del
científico; o sea, por su cosmovisión. Con las mismas
observaciones, distintos científicos pueden llegar a
conclusiones distintas, porque tienen creencias y
suposiciones distintas.
Por ejemplo, se han encontrado muchos fósiles de
animales y plantas petrificados. Un científico que cree
en la teoría de la evolución, dirá que estos fósiles
se formaron a lo largo de una evolución de muchos
millones de años. En cambio, un científico que cree en
la palabra de Dios, explicará que estos fósiles se
formaron durante el diluvio. Ninguna de las dos
interpretaciones se puede "comprobar" de manera
objetiva: Nadie ha estado allí para ver como se formaron
los fósiles; y los fósiles no vienen con etiquetas que
indicarían su edad. La única observación objetiva es
que los fósiles están aquí. El resto es
interpretación subjetiva y depende de las creencias y
convicciones personales del científico.
El conflicto es, entonces, no entre una "verdad
científica" y otra "verdad religiosa". El
conflicto es entre dos interpretaciones de la realidad,
que son ambas igualmente científicas (porque
ambas interpretan observaciones objetivas). Al mismo
tiempo, ambas son igualmente religiosas (porque
la creencia en la teoría de la evolución es también
una creencia muy religiosa).
Lo mismo sucede en el campo de la educación. No existe una "verdad científica acerca de la educación" y otra "verdad religiosa acerca de la educación". Pero existen distintas interpretaciones de los hechos observados. Estas interpretaciones se basan en distintas creencias subjetivas de distintos pedagogos. Algunas de estas creencias e interpretaciones están de acuerdo con la palabra de Dios; pero muchas otras la contradicen. Por eso necesitamos mucho discernimiento.
Evaluando bíblicamente, podemos ensanchar nuestro conocimiento con las observaciones objetivas que los científicos han hecho. Pero a menudo tendremos que rechazar sus interpretaciones subjetivas, porque se basan en creencias que son incompatibles con la verdad de Dios. Entonces tenemos que "re-interpretar" las observaciones dentro del marco de una cosmovisión bíblica y cristiana.
Esto no es tan fácil, porque muchas veces los autores de libros no distinguen entre observación e interpretación. Así mezclan a menudo observaciones correctas con conclusiones equivocadas o dudosas.
Un ejemplo de un hecho correcto, interpretado de manera equivocada
Por ejemplo, actualmente la "estimulación
temprana" de los niños está de moda en muchos
países. Se citan investigaciones según las cuales
"el cerebro humano alcanza 80% de su potencial
adulto durante los primeros años de la vida", y de
allí concluyen que hay que enseñar a leer y escribir a
los pequeños de tres años, y a hablar idiomas
extranjeros a los de cuatro años. Pero las
investigaciones citadas se refieren a lo que el
cerebro hace por sí mismo, en el transcurso de su
desarrollo natural. Esto no tiene nada que ver con
lo que se "debe" hacer artificialmente con el
cerebro del niño. ¿En qué consisten estos "80% de
capacidad del cerebro"? Consisten mayormente en
habilidades básicas que el niño adquiere de manera
natural, tales como mantener el equilibrio del cuerpo,
coordinar los movimientos de sus miembros, caminar,
hablar, distinguir formas, colores, sonidos, texturas,
etc. Para desarrollar estas habilidades, el niño no
necesita ninguna "estimulación" particular.
Proveerle comunicación humana y un ambiente donde puede
moverse y explorar libremente, es suficiente. (Más
detalles en "Características
de las diferentes edades".) La estimulación
forzada que va más allá de esto, es mas bien dañina
para los niños pequeños, como han demostrado muchos
experimentos. (Vea "El
primer experimento en estimulación temprana" y "Esas
neuronas mal conectadas", en http://educacioncristianaalternativa.wordpress.com/
.)
La observación acerca del desarrollo del cerebro es
esencialmente correcta; pero esta observación ha sido
interpretada de una manera muy errada.
En el caso citado, tenemos que desechar la interpretación errada porque muchas observaciones hechas la contradicen. En otros casos, tendremos que desechar interpretaciones erradas porque contradicen la palabra de Dios.
Las ciencias naturales como física, química, biología, etc, pueden apoyarse en una gran cantidad de observaciones objetivas y experimentos reproducibles. Por eso, estas ciencias no necesitan un trabajo tan grande de "reinterpretación".
Nota adicional: Hay dos áreas
importantes donde las ciencias naturales sí necesitan
una profunda reinterpretación:
1. Las conjeturas acerca del pasado remoto (a diferencia
de procesos que se observan en la actualidad), como p.ej.
en la teoría de la evolución. Esta teoría postula
procesos en el pasado que no se han podido reproducir en
experimentos actuales, y se basa en muchas suposiciones
influenciadas por creencias subjetivas.
2. Las preguntas profundas acerca de la esencia,
de la razón de ser, y del propósito
de los fenómenos naturales. Las ciencias naturales se
limitan a investigar lo que se puede observar y medir, y
eso ha llevado a muchos científicos a creer que esta es
la única realidad que existe. Una persona que piensa
así, dice por ejemplo: "En el pasado, la gente
pensaba que Dios tiraba los rayos del cielo; pero hoy en
día sabemos que en realidad los rayos no son nada más
que descargas eléctricas." Esta explicación
científica explica el "cómo" de los
rayos, pero ¡no explica el "por qué"
y el "para qué"! ¿No podrían las
descargas eléctricas ser exactamente el medio que Dios
escogió para alcanzar algún propósito específico? La
explicación científica no excluye la posibilidad de que
estos fenómenos tengan una razón de ser y un propósito
divinos. La ciencia moderna ha explicado de manera
"natural" muchos fenómenos que antiguamente se
consideraban "sobrenaturales". Pero ¿es
correcto concluir de allí, que estos fenómenos
"naturales" no tengan ningún propósito? ¿Es
correcto limitar a Dios a la esfera de lo
"sobrenatural", y decir que El no tiene nada
que ver en lo "natural"? ¿Es siquiera
justificada esta distinción entre "natural" y
"sobrenatural"? - Preguntas como estas tendrán
que estudiarse al reinterpretar las ciencias naturales en
el marco de una cosmovisión cristiana.
Es una anécdota interesante en este contexto, que Isaac
Newton durante muchos años dudó fuertemente de sus
propias conclusiones acerca de la fuerza de la gravedad.
Es que nunca antes alguien había contado con la
posibilidad de que una fuerza podría actuar a distancia,
a través del espacio vacío, sin ningún objeto material
que podría transmitir esta fuerza. Esta idea le parecía
tan "sobrenatural", que durante mucho tiempo no
se atrevió a publicarla. Hoy en día, la gravedad se
considera un concepto muy "científico", y los
científicos actuales ya no se detienen para considerar
lo "sobrenatural" que es esta idea.
La educación es una "ciencia" muy subjetiva
En el campo de la educación, en cambio, tenemos mucho menos observación objetiva y mucho más interpretación subjetiva. Las ciencias que interfieren, la psicología y la pedagogía, son ciencias mucho menos "exactas" que las ciencias naturales. Aunque los representantes de estas ciencias se esfuerzan por aplicar los métodos de las ciencias naturales, ellos se ocupan de realidades que no se pueden medir con estos métodos: el alma humana, la formación del carácter humano, los procesos de pensamiento y aprendizaje, la formación de principios éticos y morales, las relaciones interpersonales - todo esto no se puede medir en metros, segundos o gramos. Lo único que se puede medir, son las manifestaciones externas de estas realidades. Por ejemplo, se pueden examinar las respuestas que los niños dan a ciertas preguntas; o se puede medir la actividad de distintas regiones del cerebro; o se puede observar el comportamiento exterior de un niño. Pero cuando intentamos establecer una correlación entre estas observaciones por un lado, y el proceso de aprendizaje o de formación del carácter por el otro lado, entonces entramos al terreno de las conjeturas y suposiciones subjetivas.
Ejemplo adicional: Los exámenes escolares, por ejemplo, en realidad no miden el "aprendizaje" o los "conocimientos" de los niños. ¡Solamente miden la respuesta del niño a esta forma específica de tomarle examen! Existen niños que son muy capaces de demostrar y explicar sus conocimientos en una situación relajada con personas de su confianza, pero sacan malas notas en los exámenes, porque esta situación les causa miedo, tensión y nerviosismo. Existen otros niños que sacan buenas notas en los exámenes, pero solamente porque han descubierto el "truco", o sea, conocen la forma de preguntar de su profesor y así pueden adivinar muchas respuestas, sin haber comprendido los temas.
Los métodos de las ciencias naturales son diseñados para investigar realidades materiales, tales como pesos y movimientos de cuerpos, corrientes eléctricas, reacciones químicas, etc. Pero la educación trata con realidades no materiales como el carácter, la ética, la inteligencia, las emociones, etc. Entonces tenemos que preguntar: ¿Es siquiera apropiado, aplicar los métodos de las ciencias naturales a estas realidades del alma y del carácter? ¿No sería más apropiado un método "espiritual", puesto que estas realidades tocan la parte espiritual del hombre?
Retener lo bueno y desechar lo malo: Un ejemplo tomado de la psicología del desarrollo
Algunas de las observaciones mejor documentadas en el
campo de la pedagogía y psicología, son los
experimentos de Jean Piaget acerca del desarrollo de la
inteligencia infantil. Sus observaciones pueden
enriquecer nuestro conocimiento acerca de la manera como
razonan y aprenden los niños. Por ejemplo, él observó
que los niños antes de la adolescencia normalmente
necesitan realizar operaciones concretas para poder sacar
conclusiones lógicas, mientras todavía no pueden
razonar de manera abstracta. Estas observaciones tienen
mucho valor para comprender mejor a los niños.
(Trataremos de este tema en "Desarrollo
de la inteligencia".)
De allí, Piaget desarrolló una teoría acerca del
desarrollo de la inteligencia por medio de un proceso de
adaptación, asimilación y equilibrio. Pero esto ya no
es observación. Estas son las conclusiones que él sacó
de sus observaciones, o sea, es una interpretación
subjetiva. A mi juicio, esta teoría es plausible, pero
no es la única posible. Puesto que la teoría va más
allá de los hechos observados, debe ser abierta a la
crítica y a la reinterpretación.
Pero Piaget fue aun más allá y desarrolló una teoría
acerca del desarrollo de los principios morales en el
niño. Su teoría dice, en esencia, que cada persona
"construye" sus propios principios morales en
interacción con su medio ambiente. Dice también que los
niños todavía creen que los principios morales son
absolutos (p.ej. dados por Dios), pero que en una etapa
más madura llegan a entender que estos principios se
forman en mutuo acuerdo de la sociedad. En otras
palabras, Piaget implica que la creencia cristiana en
principios absolutos acerca del bien y del mal,
corresponde a una etapa inmadura; y que
"madurar" significa reconocer que el bien y el
mal son "relativos". Aquí vemos que las
suposiciones de Piaget van en contra de la palabra de
Dios; porque Dios nos enseña que es El, no la sociedad,
quien define lo que es bueno y lo que es malo.
En resumen, en cada enseñanza tenemos que
"examinarlo todo y retener lo bueno" (1
Tes.5:21). En los ejemplos mencionados del pensamiento de
Piaget, podemos retener sus observaciones de como los
niños razonan y llegan a conclusiones lógicas; porque
estas son observaciones objetivas. Probablemente podemos
retener también su teoría acerca del desarrollo de la
inteligencia, aunque es una interpretación subjetiva;
pero hasta donde veo, puede encajar en el marco de una
cosmovisión bíblica. (Habría que estudiar un poco más
este punto.) En cambio, tenemos que rechazar su teoría
acerca del desarrollo de los principios morales, porque
contradice la palabra de Dios.
Este proceso de discernimiento tenemos que aplicar a cada enseñanza que leemos o escuchamos. Como vimos, en el campo de la pedagogía y de la psicología, encontraremos mucha interpretación subjetiva y bastante poca observación objetiva. ¡Cuánto más necesidad tenemos de volver siempre a la palabra de Dios, la única guía infalible en el laberinto del alma humana! Dios es quien nos conoce mucho mejor que cualquier investigador.
- El estudio "Cosmovisión cristiana" contiene más detalles acerca de este tema de edificar una cosmovisión bíblica, y de evaluar las enseñanzas del mundo.
Siempre ha sido mi observación, que los profesores de profesión tienen mayores dificultades de entender y aceptar principios bíblicos acerca de la educación. Obviamente, esto se debe a la clase de formación a la que ellos mismos han sido sometidos. En nuestros tiempos de escolarización estatal, los profesores ya no son formados para ser educadores; son formados para ser funcionarios del estado. El estado controla su formación y asegura que se les enseñe una pedagogía conforme con el sistema escolar estatal actual. Este sistema y sus principios pueden variar de un país a otro, y de un tiempo a otro; pero parece que en cada caso, a los profesores en formación se les da la impresión de que ellos están aprendiendo la "única" pedagogía que existe. Muy raras veces me encuentro con un profesor que está consciente de la existencia de distintas corrientes pedagógicas, y del hecho de que una gran parte de las pedagogías consiste en interpretaciones subjetivas, no en observaciones objetivas. (Más acerca de este punto en "La falacia de la 'pedagogía única'".)
Lo primero que un profesor cristiano debería hacer,
sería un estudio bíblico independiente para averiguar
los principios divinos acerca de la educación; y para
evaluar las enseñanzas que él recibió durante su
formación, a la luz de la palabra de Dios. (Aun mejor
sería si hiciera este estudio antes de comenzar
su formación profesional.) Pero todavía no me he
encontrado con ningún profesor que hubiera hecho un tal
estudio por su cuenta. Aun aquellos profesores que se
llaman cristianos, parece que han invertido muchos años
para ser formados en los caminos de este mundo y para
obtener la aprobación de este mundo, pero ¡no han
invertido ni un solo día para averiguar lo que Dios dice
acerca de la educación!
Si hay profesores que están estudiando este curso,
espero que se animen a realizar un tal estudio bíblico.
(Para el caso que no deseen hacerlo por su propia cuenta,
pueden encontrar materiales adicionales en la sección "Educación escolar
cristiana" de este sitio web. También el
ministerio educativo "La
Antorcha" ofrece un Diplomado en Educación
Cristiana a distancia para profesores que desean estudiar
principios cristianos de la educación.)
"Nadie puede servir a dos señores" (Mateo 6:24). Esto es cierto también en el área de la educación. Un profesor profesional ha sido formado para servir al sistema escolar de este mundo. Cuando es confrontado con principios bíblicos, instintivamente los rechaza, porque contradicen la formación que ha recibido. Un profesor cristiano tendrá que hacer una decisión: ¿Voy a servir al sistema de este mundo, y a las ideas de este mundo que he aprendido? ¿O voy a servir al Señor y voy a obedecer Su palabra en todos los asuntos de la vida, inclusive la educación?
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