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Capacitación para el ministerio con niños

Características de las diferentes edades

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Es obvio que un niño de tres años es muy diferente de uno de diez años. Es bueno conocer las características y necesidades de las diferentes edades, para poder adaptar nuestro trato y nuestra forma de educar, de acuerdo a la edad de los niños.

Las siguientes citas representan lo que algunos niños dicen o piensan, pero están en desorden. Una cada edad con la cita que le corresponde:

medio año   ¡Qué lindos juguetes hay aquí! Quisiera jugar todo el día. Solo una cosa no me gusta: cuando me dicen que esté sentado y tranquilo. ¡Esto es tan difícil!
2 años   Me siento rara, ¿tal vez estoy enferma? Y mi cara se ve tan fea últimamente; seguro que no gusto a nadie.
5 años   Estas bolitas rojas se ven interesantes. ¿Qué sabor tendrán? - Y este lápiz labial ... ¿se podrá usar para pintar las sillas y las paredes?
8 años   Me gusta jugar fútbol y hacer carreras con mis amigos y ser el más rápido de todos. Cada día salgo con mis amigos, hasta que mi mamá me llame para cenar.
11 años  
¡Tengo hambre! ¡Tengo sed! Qué bueno que papá y mamá están aquí y me escuchan cuando necesito algo.
13 años  
Ya sé leer y escribir, y cada día aprendo más. Solamente que me canso pronto, ¡necesito una pausa!

En realidad, cada niño es diferente. Cada niño tiene su propio paso al desarrollarse, y su propio temperamento. Por eso no es bueno generalizar demasiado, y no debemos pensar que el mismo "plan" de desarrollo se aplique a todos los niños.
Sin embargo, podemos mencionar algunas observaciones generales acerca de las diferentes edades. - Para cada grupo de edad, mencionaremos una palabra clave que describe esta edad, y algunas pautas para tratar con ellos.


Bebés (hasta los 2 años): "CONFIANZA"

La confianza es lo primero que un bebé aprende. Cuando necesita algo, llora, y viene papá o mamá para ayudarle: le da comida cuando está de hambre, lo cubre cuando tiene frío, lo consuela cuando está triste, etc. Así aprende el bebé a confiar en que alguien lo cuida y se preocupa por él.
Esta es una experiencia muy importante para toda la vida. Cuando compramos pan en la tienda, tenemos que confiar que realmente nos darán pan y no piedras. Cuando subimos a un carro, tenemos que confiar que este carro nos llevará realmente al lugar que dice, y no en la dirección opuesta. Sin confianza, no podríamos edificar relaciones con otras personas.

¿Qué sucede si un bebé no desarrolla esta confianza? - Hay bebés que lloran y lloran por horas y nadie los atiende. Esto tiene consecuencias graves. Cuando estos niños crezcan, tendrán mucha dificultad de confiar en alguien y tener amistades. ¡También tendrán dificultades de confiar en Dios!
(Estamos hablando aquí de bebés pequeños. Cuando el niño es más grande, es claro que tiene que aprender a esperar.)

¡Ya pueden aprender de Dios!
Los bebés comprenden más de lo que pensamos. Podemos decirles, por ejemplo: "Mira este árbol grande. Dios lo hizo crecer así." - "Jesús quiere ser tu amigo. Él te ama mucho y se alegra de que estés aquí." - "Gracias, Señor, por la comida que tú nos das." - "Esta es la Biblia, el libro de Dios."
El bebé tal vez no sabrá cómo imaginarse a Dios o a Jesucristo. Pero comprenderá que hay alguien que se llama "Dios", y que es muy poderoso y muy importante para nosotros; y que hay alguien que se llama "Jesús" y que nos ama mucho.

¿Existe un estado "inocente" de los niños?
Algunas personas (incluso cristianos) dicen que los bebés son inocentes y no necesitan la Salvación. - Pero ¿qué dice la Biblia?
Lea Salmo 51:5. - Fuimos concebidos en p________________.
(Este verso no dice que el acto de la concepción fuera pecado, pero que desde el inicio de nuestra vida estamos en el estado de pecado, o sea, separados de Dios.)
Lea Romanos 3:23. "Por cuanto t___________ pecaron".
Lea Marcos 16:15. "Predicad el Evangelio a t___________ c_____________."
Todas las personas necesitan la Salvación, sin límite de edad.

Entonces, ¿qué sucede con un bebé pequeño si muere? - La Biblia no nos da ninguna respuesta directa. Dios no nos permite conocer todos Sus secretos. Pero podemos confiar en que Dios es más justo de lo que podemos imaginarnos. Y la Biblia nos da algunas pautas que podrían indicar que Dios puede tener un camino para perdonar y salvar a estos pequeños:
- "Dios pasa por alto la ignorancia" (Hechos 17:30)
Este verso se refiere a las personas que vivían antes de la venida de Cristo; pero quizás podemos aplicarlo también a los bebés pequeños. Quizás Dios los puede salvar considerando su ignorancia (note que "ignorancia" no es "inocencia").
- "Dios se revela a los niños" (Lucas 10:21)
La palabra utilizada se refiere a niños muy pequeños (lactantes). Aunque no sabemos de qué manera Dios se comunica con un bebé, la Biblia dice que Él lo hace. Y si Dios habla a los niños pequeños, ellos también pueden responderle en alguna manera.
- El requisito para ser salvo es la FE (=CONFIANZA).
Vimos que la confianza es lo primero que un bebé aprende. Si un bebé puede confiar en su papá y su mamá, ¿por qué no puede también, a su manera, confiar en Jesucristo?


De 2 a 5 años: "DESCUBRE"

A los dos años, un niño ya ha aprendido un montón de cosas: a hablar, a caminar, a manejar objetos con sus manos, y mucho más. Ahora quiere descubrir todo lo que puede hacer con estas habilidades.

El niño descubre su propia identidad.
El niño empieza a darse cuenta: "Yo no soy papá, no soy mamá; yo soy yo. - Entonces, si mi mamá me dice algo, ¡yo puedo decir No! Tengo mi propia voluntad." - Esta fase del "No" puede ser un tiempo agotador para los padres. Pero es en esta etapa que el niño tiene que aprender la obediencia: someter su propia voluntad a la autoridad de sus padres. (Vea también "Disciplina".)

El niño descubre su medio ambiente.
Esta es la edad de los experimentos: el niño quiere subir a las bancas y mesas, abrir todas las puertas, jugar con todo lo que encuentra. ¡Estas actividades son importantes para su desarrollo! En todos estos descubrimientos, el niño ejercita su inteligencia y su cuerpo.

El niño necesita nuestra presencia, aceptación, y atención individual.
Un niño de esta edad todavía no puede sentirse parte de un grupo. Solo puede relacionarse con otras personas una por una. Por eso, tenemos que tratar con cada niño de manera personal e individual.
OJO: Por causa de esta característica, no es una buena idea juntar a los niños de esta edad en un grupo de niños, ni mandarlos a un jardín de niños. Las situaciones grupales son muy difíciles para estos niños y pueden incluso causar traumas profundos que afectan toda su vida. (Además, especialmente los niños de tres y cuatro años reaccionan de manera muy sensible a la separación de sus padres.) Los niños de esta edad se desarrollan mucho mejor cuando están integrados en su familia. (Vea Una visión bíblica acerca de la familia y Educación escolar desde una perspectiva bíblica.)
En grupos de niños, quizás se puede hacer una excepción cuando estos niños pequeños vienen acompañados por un hermano o una hermana mayor que los cuida.

El niño necesita oportunidades para "descubrimientos" en un marco seguro.
Algunos padres restringen demasiado a sus niños. Todo el tiempo les dicen: "¡No toques esto! ¡No vayas allá!" - Pero si un niño no puede hacer "experimentos", no desarrolla su inteligencia ni el dominio de su cuerpo. Además, su mente no puede guardar tantas prohibiciones, y así siempre será "culpable".
Por el otro lado, tampoco podemos darle toda la libertad, porque sería peligroso.
El mejor camino es este:
1. Arreglar el ambiente donde se mueve el niño, de manera que no haya objetos peligrosos o frágiles a su alcance.
2. Establecer unos pocos límites que son absolutamente necesarios, y ser firme y consecuente en cuanto a su cumplimiento (p.ej. no tocar los tomacorrientes; no salir a la autopista; etc.)
De esta manera, el niño es libre para hacer sus "descubrimientos", y a la vez se acostumbra a respetar los límites establecidos.

Necesitamos comunicar con el niño por medio de todos sus sentidos (cosas para ver, tocar, escuchar, etc.).
Si queremos enseñar a niños de esta edad (de preferencia en el marco de la familia), debemos usar muchos métodos creativos, mucha variación, y darles muchas oportunidades para participar ellos mismos.

El niño todavía no tiene noción de tiempo y espacio.
Si digo a un niño de esta edad: "El domingo te voy a comprar un caramelo", puede que el niño venga en la misma tarde a preguntar: "¿Ya es domingo?" - Si le digo: "Camina dos cuadras y entra a la tienda a la derecha", muy probablemente el niño se va a extraviar. - Expresiones como "40 días" o "20 kilómetros" no significan nada para un niño de esta edad.

En lo espiritual: Depende mucho de sus padres.
Estos niños normalmente adoptan las costumbres y creencias de sus padres. Ellos pueden convertirse, pero si los padres no son creyentes, probablemente no veremos muchos cambios en la conducta de niño.

Toman todo literalmente, concreto.
No podemos usar ningún lenguaje simbólico con niños de esta edad. Si les decimos que Jesús es el Buen Pastor, se imaginarán a Jesús literalmente cuidando ovejas. Si decimos. "Jesús quiere entrar a tu corazón", pensarán: "¿Cómo puede hacer esto, si mi corazón es tan pequeño y Jesús es un hombre grande?"

Viven con lo sobrenatural; tenemos que cubrirlos con oración.
Es más frecuente en esta edad que en otras, que los niños tienen encuentros con ángeles, también con demonios, y que tienen pesadillas en la noche.

Muchos psicólogos atribuyen esto a la imaginación de los niños. Es cierto que ellos se pueden imaginar muchos cuentos: "¡Mami, hay un león en el patio!" - Pero por el otro lado, el mundo espiritual es una realidad, y parece que los niños pequeños son especialmente abiertos para ello. Se sabe de niños pequeños que se chocaron con un carro y salieron sin herida, y después contaron que un ángel les protegió. También, una espiritista dijo en una entrevista que los espíritus se le acercaron a la edad de cuatro años y que desde esa edad ella era espiritista.

El problema es que estos niños todavía no tienen el discernimiento necesario para comprender lo que está sucediendo con ellos. Por eso tenemos que cubrirlos constantemente con nuestras oraciones, para que el enemigo no tenga ninguna puerta abierta en esta área.


De 6 a 8 anos: "PERSEVERANCIA"

Sus fuerzas crecen, pero necesitan ser animados.
Los niños de esta edad tienen más fuerzas Tenemos que animar a los niños de esta edad a terminar los trabajos que empezaron (por ejemplo un dibujo). - Es claro que debemos darles trabajos fáciles que realmente pueden terminar.

Actividades en grupo
Ahora pueden aprender a integrarse en un grupo y tener consideración por los demás. Podemos enseñarles juegos en grupo y hacer concursos entre grupos. - No es aconsejable exponer a un niño solo ante otras personas, ni hacer concursos entre niños individuales.

Pueden comprender el orden del tiempo y espacio.
Ahora sí podemos empezar a usar medidas de tiempo y distancias al explicar algo (si es que al mismo tiempo hemos provisto al niño con experiencias concretas con estas medidas).

Aprenden a leer.
Entonces debemos mostrarles que el libro más importante para leer es la Biblia. De vez en cuando podemos hacerles leer o copiar un versículo corto de la Biblia.

En lo espiritual: Buscan ejemplos, "héroes".
Les gusta mucho jugar juegos relacionados con personajes de cuentos o películas que han escuchado o visto ("¡Juguemos al Superman!"), y quisieran ser como estos personajes. Si se trata de los "ejemplos" de este mundo, esta es una muy mala influencia. Pero podemos presentarles buenos héroes: los hombres de Dios en la Biblia. Entonces, los niños van a querer ser valientes como Gedeón, confiados como David, o buenos como el Señor Jesús.
También podemos compartir los testimonios de hombres y mujeres cristianos de la historia o de nuestros tiempos. Incluso, para algunos niños, ¡usted mismo va a ser su "héroe"!

Pueden comprender el principio del pecado y perdón.
Ahora pueden comprender por qué Jesús tuvo que morir por nuestros pecados, y que podemos ser salvos si nos arrepentimos, confiamos en el Señor Jesús y nos sometemos a El. Entonces...

Muchos ya son capaces de una decisión reflexionada de convertirse.
Los niños más pequeños también pueden convertirse, pero lo harán de una manera más sencilla ("Jesús, quiero ser tu amigo", "quiero pertenecer a ti"). Pero entre los 6 y 8 años, muchos niños ya pueden reflexionar por qué necesitan convertirse, y tienen más comprensión.
- Todavía pueden tener dificultad para entender parábolas, porque esto requiere un pensamiento bastante abstracto.


De 9 a 12 años: "AMIGOS" - "LA REALIDAD"

Quieren pertenecer a un grupo.
Ahora, los amigos se vuelven muy importantes. Muchos niños encuentran su identidad en algún grupo: un club deportivo, un grupo de "scouts", o sencillamente el grupo de amigos del vecindario. Es "de moda" hacer lo que hacen los amigos (hasta la manera de vestir y peinarse).
Entonces podemos juntarnos entre varias familias cristianas, o permitir a los niños que se inviten mutuamente a sus casas, para proveerles la oportunidad de juntarse con otros niños. O podemos llevar a cabo ciertos proyectos prácticos con grupos de varios niños. Allí podemos desarrollar un buen "espíritu de grupo", para que sea "de moda" hacer lo que agrada al Señor.
Por el otro lado, no es aconsejable que los niños se junten en grupos de amigos sin adultos. En tales grupos, muy pronto empiezan a dominar las malas influencias. Obviamente, tampoco es bueno introducir a los niños en grupos liderados por personas que no son cristianos.

Buscan la separación entre varones y mujeres.
Muchos niños de esta edad no quieren hacer amistad con niños del sexo opuesto. Esto no debe preocuparnos: es la edad cuando los varones aprenden a hacer "cosas de varones", y las mujeres a hacer "cosas de mujeres". Así se identifican con su propio sexo y aprenden a sentirse bien como varones resp. mujeres. Ya llegará la edad cuando empiecen a interesarse por el sexo opuesto; y es importante que entren a esa edad siendo seguros en el papel de su propio sexo.

Buscan la realidad y la verdad; desechan "cuentos de niños".
A los niños más pequeños todavía no les importa mucho si les contamos una historia verdadera o un cuento inventado, con tal que sea interesante. Pero con cierta edad empiezan a preguntar: ¿Realmente sucedió así? - ¿Cómo lo sabes? - ¿Dónde fue esto? - ¿Tú crees en los ángeles? - ¿Tú crees en extraterrestres? - etc.
Si hemos dicho a los pequeños que la cigüeña trae a los bebés, o que papá Noél les trae regalos, entonces descubrirán ahora que les hemos mentido y desecharán estos cuentos. Entonces pensarán: "Todo esto acerca de Jesús también debe ser un cuento no más. Yo ya no soy pequeño, ya no voy a creer esto."
Por eso, ¡es mucho mejor nunca contarles esta clase de cuentos! Si los niños saben que siempre les hemos dicho la verdad, no tendremos este problema.

Necesitan informaciones exactas y verdaderas; enseñanza sistemática.
Podemos darles informaciones acerca de la historia y geografía bíblica, mostrar fotos y mapas, etc. También podemos enseñar principios espirituales de manera sistemática. Si los niños hacen preguntas críticas, no debemos rechazarlos, sino tomarlo como una oportunidad para darles una buena explicación.

Tienen mucha energía física. Necesitan actividad y buscan el desafío.
Les gustan los concursos y carreras de todo tipo. Quieren saber quién es el más rápido, el más fuerte, el más inteligente. Ahora podemos hacer también concursos individuales. - Por el otro lado, es importante dar la oportunidad a todos: hacer preguntas individuales a los más callados; establecer las reglas de una manera que participen no solamente los más fuertes o los más habladores. Un niño que no puede "competir", puede sentirse muy frustrado; debemos ayudar a cada niño a encontrar "su" punto fuerte donde puede sobresalir. Si un niño no es bueno en deportes ni en matemática, quizás es un buen dibujante, o sabe cocinar, o se entiende bien con animales.
Este es otro punto donde la educación en familia y en grupos familiares es muy superior a la educación en escuelas y en grupos separados por edades: En la familia, cada niño encuentra "su lugar" con naturalidad. Es natural que un niño más pequeño no puede correr tan rápido como uno grande; nadie lo va a mirar mal por eso. Igualmente es natural que los niños mayores comprenden muchas cosas que los pequeños todavía no comprenden. Así se acostumbran más fácilmente a respetar las diferencias naturales que existen entre ellos, y a valorarse mutuamente a pesar de estas diferencias.
En cambio, en un grupo donde todos los niños son de la misma edad, siempre surgirá la idea de que todos "deberían" estar al mismo nivel, y se mira mal a los que saben menos o tienen menos fuerzas. Esta idea es equivocada, porque cada niño se desarrolla de manera diferente, y cada niño tiene diferentes talentos y habilidades. Así surge una competencia que no es sana, donde los niños menos inteligentes o menos fuertes se sentirán constantemente avergonzados y excluidos. Además, si se trata del ambiente de una escuela, se valora generalmente un número muy limitado de capacidades (resolución de tareas formales por escrito, expresión lingüística, deportes), mientras un gran número de otras capacidades no reciben reconocimiento (p.ej. la creatividad y originalidad, las habilidades manuales, la misericordia y comprensión por los que sufren, el talento para los negocios, el razonamiento independiente, la música, etc...). Así, los pocos niños que sobresalen en las habilidades "reconocidas", son los ganadores; mientras los muchos que tienen sus habilidades en otras áreas, salen perdedores.

El desafío como entrenamiento de Dios
No es bueno remover todos los obstáculos delante del niño.
Lea 1 Samuel 17:34-35. - David se enfrentó con un o_______ y un l_______.
David debe haber tenido unos once o doce años cuando esto sucedió. Fue en estos enfrentamientos que David aprendió que Dios estaba con él y podía confiar en Su ayuda. David necesitaba esta preparación para enfrentarse más tarde con Goliat. Entonces, con toda confianza pudo decir: "El Señor que me ha librado del león y del oso, él también me librará de este filisteo."
Nuestros niños también tienen "osos" y "leones" en su camino: un niño más grande que los insulta o los pega; tareas difíciles; etc. - Estos problemas son oportunidades para aprender a vencer, confiando en Dios. Debemos orar con los niños por la ayuda de Dios, y después animarles a que se enfrenten con el problema. El niño que no conoce desafíos, como adulto no sabrá como enfrentarse con los problemas de la vida. Pero el niño que se enfrenta con los desafíos, aprenderá a vencer.

¡EN ESTA EDAD SE ECHAN LOS FUNDAMENTOS PARA LOS PRINCIPIOS Y VALORES QUE VAN A DETERMINAR LA VIDA DEL ADULTO!


Pronto llegará una tormenta que se llama "adolescencia". Si un niño recibió un fundamento firme en la Palabra de Dios antes que llegue esta tormenta, puede pasar por algunos problemas, pero después regresará otra vez al fundamento que recibió. - En cambio, si un niño no ha recibido este fundamento, la tormenta lo puede destruir y llevarlo muy lejos del Señor.
A veces miramos a los adolescentes rebeldes y pensamos: "Tenemos que enseñarles cómo vivir y cómo comportarse." - Pero si ya han asumido una actitud rebelde, ¡no nos van a escuchar! El tiempo apropiado para enseñarles es antes de la adolescencia, mientras todavía nos escuchan. La edad de 9 a 12 años es una de las mejores etapas para recibir enseñanza espiritual. Una vez que lleguen a la adolescencia, solo podemos cosechar los frutos de lo que les hemos enseñado antes. ¡Por eso es tan importante la edad de 9 a 12 años!


Para reflexionar:
Tomando en cuenta las características de las diferentes edades, ¿con niños de qué edad llevaría usted a cabo las siguientes actividades?

a) Hacer un concurso con preguntas bíblicas:
b) Mostrar un mapa de los viajes del apóstol Pablo:
c) Hacerles oler el perfume con el cual una mujer ungió a Jesús:
d) Hacerles leer dos versículos bíblicos:
e) Contar una historia bíblica usando muñecas:
f) Contar la parábola de las diez vírgenes:
g) Contar la historia de Gedeón:
h) Contar el nacimiento de Jesús:
de ___ a ___ años
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