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Capacitación para el ministerio con niños

La adolescencia

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Contenido:
- El significado de la adolescencia
- La importancia de la pre-adolescencia
- El conflicto entre las generaciones
- Una etapa de inseguridad
- Pautas para el trabajo con adolescentes


El significado de la adolescencia

Lea Lucas 2:41-52.
¿Considera usted que en esta historia Jesús fue desobediente a sus padres? (Fundamente su respuesta.)






Podemos observar los siguientes detalles:
1) Jesús demuestra un conocimiento profundo de la Palabra de Dios.
2) Jesús no hizo lo que José y María esperaban de él.
3) Jesús dijo: "Me es necesario estar en los negocios de mi Padre."
4) Al final dice explícitamente que Jesús "estaba sujeto" a José y María.

El trasfondo: La ceremonia de "Bar Mitzwa"
En la cultura judía, cada joven que alcanza los 13 años pasa por la ceremonia de "Bar Mitzwa". Esta ceremonia no es mencionada directamente en la Biblia, pero se sabe que ya existía en los tiempos de Jesús. En la historia que leímos, Jesús tiene doce años, o sea, está por cumplir la edad de "Bar Mitzwa".

Lo siguiente es parte de "Bar Mitzwa":

El hijo demuestra que tiene conocimiento de la ley de Dios.
El joven tiene que rendir un examen para probar que conoce la Biblia. Esto es lo que Jesús demostró en su conversación con los escribas.

Desde este momento, el hijo tiene la plena responsabilidad de sus acciones ante Dios.
Según la enseñanza de los maestros judíos, el padre tiene que rendir cuentas ante Dios por cada pecado que su hijo comete mientras todavía es niño. (porque el padre es responsable de su educación.)
Pero ahora se le explica al joven: "Ahora conoces la ley de Dios, eres Bar-Mitzwa (la palabra significa "Hijo del mandato" o "Hijo de la ley"). Desde ahora, tú mismo tendrás que rendir cuentas a Dios si tú sobrepasas la ley." Con otras palabras, sucede un cambio de responsabilidad. Un niño es responsable ante su padre, y el padre ante Dios. A partir de los 13 años, el hijo es responsable directamente ante Dios. (Vea la ilustración más abajo.)
Esto es lo que Jesús aclaró cuando dijo: "Me es necesario estar en los negocios de mi Padre." El ya no estaba bajo la responsabilidad de José y María, sino bajo la responsabilidad directa de su Padre celestial. Por eso, ya no necesitaba la aprobación de sus padres terrenales para sus actos.

Ahora, el hijo ya no es niño, sino "joven" o "muchacho".
(El término correspondiente en la Biblia abarca la edad de 13 a 30 años, vea "Etapas del desarrollo según la Biblia".)
Los judíos, a los 13 años, tienen derecho de ser miembros de la sinagoga y de firmar contratos; prácticamente son considerados mayores de edad.
¿Por qué dice la Biblia en este momento, que Jesús "estaba sujeto" a José y María? Durante toda su niñez, no encontramos esta expresión en ninguna parte.
- La respuesta es sencilla: Un niño no puede escoger si quiere someterse a sus padres o no; no tiene otra opción. Por eso no era necesario mencionarlo mientras Jesús era niño. Pero ahora, al llegar a la adolescencia, Jesús ya no está bajo esta obligación. En este momento, El se decidió voluntariamente a someterse a sus padres terrenales.

Sabemos que Jesús, como Hijo de Dios, no era el hijo verdadero de José. Pero esto no cambia nada en el significado de nuestro pasaje. Jesús, para identificarse completamente con nosotros como humanos, tuvo que pasar por las mismas etapas como cualquier otro muchacho judío, y tuvo que relacionarse con José como si fuera su padre.

En muchas culturas hoy en día no se conoce un paso tan claro de la niñez a la edad adulta; más bien hay algunos años de transición, la adolescencia. Entonces, los cambios que implica la "Bar-Mitzwa" suceden gradualmente, desde los 11 a 12 años hasta los 15 a 18 años de edad. Pero el propósito de Dios sigue el mismo: que en esta etapa el joven se independice de sus padres, y asuma su propia responsabilidad ante Dios.

Niño:
- Fundamentos establecidos por los padres.
- Influencias de afuera son "filtradas" por el ambiente del hogar.
- Protección; desafío mínimo; valores estables.
- Debe aprender la Verdad de Dios.
Adolescente:
- Fundamentos sacudidos.
- Enfrentamiento directo con el mundo de afuera.
- Choque de valores; desafío a desarrollar su propia opinión; inseguridad y rebeldía; vulnerable a la presión del grupo.
- Debe aprender a aplicar la Verdad que conoce, y a "vencer al maligno".
- ¡Es un proceso necesario!
Adulto:
- Nuevos fundamentos.
- Poco a poco se estabiliza como persona independiente de sus padres.

La edad del discipulado

En los tiempos de Jesús, era normal que un hombre de Dios, un "maestro" o rabino, tenía discípulos. Un tal maestro buscaba a sus discípulos entre los jóvenes interesados en los asuntos de Dios - a menudo tan jóvenes como de 14 a 16 años de edad. Puesto que ellos ya habían pasado la edad de "Bar Mitzwa", estaban ahora listos para una experiencia de aprendizaje fuera de su hogar. (Este debe haber sido el caso, por ejemplo, de Juan y Jacobo, quienes estaban trabajando juntos con su padre cuando Jesús los llamó a seguirle. También Pablo llamó a Timoteo a acompañarlo en sus viajes, cuando Timoteo estaba todavía bastante joven.) El discipulado más básico siempre debe ser la educación por los propios padres durante la niñez; pero en la adolescencia puede ser bueno para jóvenes creyentes y motivados a seguir al Señor, pasar un tiempo de discipulado con otros hombres de Dios. Los ejemplos de Jesús y de Pablo nos muestran que un tal discipulado no debe confundirse con un estudio teórico en una "escuela", un "instituto", o un "grupo de estudio". Mas bien se trata de compartir la vida juntos y seguir al Señor juntos.

(Vea también "Discipular es más que enseñar".)


La importancia de la pre-adolescencia

La pre-adolescencia (de los 10 a 12 años aproximadamente) es el tiempo en el cual los muchachos judíos estudian mucho la Biblia para prepararse para su "Bar-Mitzwa". Este es el tiempo para enseñar al niño los mandatos de Dios, para que los guarde durante el resto de su vida. La adolescencia es como una tormenta que sacude toda la vida del niño. Cuando llega, ya es demasiado tarde para poner un fundamento en su vida. Pero si el niño recibió un buen fundamento antes de llegar a la adolescencia, este fundamento puede permanecer. (Vea en el capítulo anterior, "Características de las diferentes edades".)

Para reflexionar:
Anote algunas cosas que usted aprendió o experimentó entre los 10 y 12 años de edad, que han influenciado profundamente su vida.








El "conflicto entre las generaciones"

La conocida "rebeldía del adolescente" es el resultado del choque entre los valores y costumbres que aprendió en su hogar, y los valores de su medio ambiente (colegio, amigos, radio y televisión, iglesia, etc.) que ahora tienen igual influencia en su vida. Mucho de su comportamiento en realidad no es rebeldía, sino una búsqueda legítima de una nueva identidad como adulto. En este sentido, es un proceso muy necesario. Un día, el joven tendrá que salir de la casa de sus padres para formar su propio hogar, y en aquel día ya no debe depender de sus padres. Es natural que durante la adolescencia ya no acepte tan fácilmente nuestros consejos. Una parte necesaria de su desarrollo es exactamente esto: aprender a ya no aceptar cada cosa que alguien dice, sino reflexionar y formar su propia opinión.
Otro aspecto es que debe haber un equilibrio entre los deberes y las libertades del adolescente. Cuánto más libertad quiere tener el adolescente, tanto más responsabilidad debe demostrar en su vida. La tendencia general es que el adolescente ya quiere ser adulto, exigiendo más libertad de la que es capaz de manejar con responsabilidad; mientras sus padres todavía lo tratan como un niño y quieren restringirlo más de lo necesario. Un maestro o líder de jóvenes, si actúa con sabiduría y comprensión, puede a veces ser un "puente" entre padres e hijos en este conflicto. Es necesario que padres e hijos dialoguen juntos y lleguen a un equilibrio.


Para reflexionar:
Anote un recuerdo típico de su propia adolescencia. Describa no solamente lo que sucedió, sino también sus sentimientos cuando sucedió.












Una etapa de inseguridad

La inseguridad es el sentimiento dominante durante la adolescencia. El adolescente siente que muchos cambios ocurren en él, que ya no es la misma persona; pero no comprende bien estos cambios. Entonces, a menudo se siente como un barco que es sacudido por las olas en una tormenta. Esta inseguridad a la vez le causa vergüenza ante sus compañeros. Algunos adolescentes tratan de tapar esta inseguridad con una apariencia agresiva.

Inseguridad física (Crecimiento irregular; aparecen características del sexo):
Las hormonas que son activadas en la adolescencia, hacen que el cuerpo empiece a estirarse; pero no lo hace de forma regular: en un tiempo pueden crecer solamente las piernas, en otro tiempo los brazos, en otro tiempo el resto del cuerpo. Entonces el adolescente empieza a tener problemas con la coordinación de los miembros de su cuerpo, y sus movimientos parecen torpes. Además, aparecen granos en su cara; en los varones empieza a mudarse su voz y a crecer su barba; y en las mujeres se desarrollan sus pechos. Todos estos cambios visibles les pueden causar mucha vergüenza ante sus compañeros.

Inseguridad emocional (¿Quién soy? Euforia y depresión):
El adolescente tiene un problema con su identidad: "Ya no soy niño, tampoco soy adulto - ¿quién soy por fin?" Esto se refleja en su comportamiento: en un momento puede actuar como si fuera un adulto maduro y conversar sobre los problemas de la política mundial; en otro momento recae en un comportamiento infantil y grita como un bebé. En un momento puede estar feliz y completamente entusiasmado por una cosa; una hora después puede caer en la depresión más profunda.

Inseguridad social (¿soy aceptado? por los compañeros; por el sexo opuesto)
Los adolescentes harán mucho por ser aceptados por sus compañeros. Por eso, la presión del grupo constituye un problema serio. Pueden sentirse obligados a hacer cosas inmorales porque "la mayoría lo hace." - A la vez son inconstantes; difícilmente se comprometen y se identifican con un grupo fijo.
Daniel y sus amigos son un buen ejemplo bíblico de unos jóvenes que supieron vencer la presión del grupo: en medio de una sociedad pagana y amenazados por el mismo gobierno, hicieron la decisión firme de nunca apartarse de los mandamientos de Dios.

Inseguridad de valores y metas (Dudas; búsqueda de nuevos intereses):
Es común que un adolescente pierda interés en las cosas que le gustaban como niño, y busca nuevas actividades; en el transcurso de esta transición hay también fases en las cuales no le gusta nada y se queda aburrido de todo.

Inseguridad espiritual (¿Adónde debo ir? Busca experiencia, no explicaciones.)
En esta fase están muy abiertos para "experimentos" sobrenaturales. Es un gran peligro que caigan en la trampa del ocultismo porque están buscando algo que "funcione". Pero a la vez es una gran oportunidad de demostrarles que la vida cristiana sí "funciona". Cuando ellos experimentan que Dios responde a sus oraciones, o que pueden pasar por un desafío grande y Dios les ayuda, entonces su fe será afirmada. Ya no van a aceptar fácilmente nuestra enseñanza, pero sí van a tener interés cuando les ofrecemos experiencias impactantes


Pautas para el trabajo con adolescentes

¡Mucha flexibilidad!
Puesto que los adolescentes pasan por tantos cambios, nunca podemos saber de antemano cómo reaccionarán. A veces no podrán hacer lo que esperamos de ellos, y tendremos que cambiar el programa.

Proveer "acción" y "aventuras", más que teoría.
En un retiro de adolescentes, un día los llevamos a caminar, pero todo el paseo era una historia bíblica. Estábamos tratando del camino de Israel por el desierto, y el paseo empezó con que dos grupos de "espías" tuvieron que averiguar cómo llegar al otro lado de una quebrada profunda que se encontraba cerca de la casa. El grupo que primero encontró un camino recibió un premio. Al otro lado tuvieron que buscar "maná" (el desayuno estaba escondido por el terreno en pequeñas bolsas de plástico). Después tuvieron que seguir un camino por el bosque que estaba marcado con pedazos de lana, y en el transcurso hubo diferentes tareas para resolver.
En un instante se perdieron y ya no pudieron encontrar las lanas; era a mediodía y todos estaban sufriendo de calor, subiendo y bajando por el cerro. Demoraron casi una hora. Cuando por fin llegaron a la meta, me dijeron: "Hermano, estábamos renegando contra usted y contra los líderes porque hemos sufrido tanto. Pero ahora comprendemos por qué los israelitas estaban murmurando en el desierto. Por fin dijimos: ¿Por qué no oramos y pedimos a Dios que nos ayude? Oramos, y poco después encontramos nuevamente las lanas. ¡Dios nos ha ayudado!"
Esta es la manera como los adolescentes aprenden: por medio de desafíos y experiencias prácticas. (Eran adolescentes que no asistían a ninguna iglesia.)

Énfasis en aptitudes prácticas y profesionales, como base para la adquisición de conocimientos.
En la antigua Israel, los únicos que seguían estudiando después de los 13 años eran los que querían ser escribas y maestros de la Biblia. Los otros jóvenes empezaban a aprender una profesión práctica que les ayudaba a ganar su vida, como la crianza de animales, hacer negocios, costura, panadería, etc. - normalmente en el negocio de su padre. De Jesús mismo sabemos que aprendió el oficio de carpintero. - Pienso que esto tiene mucho sentido. No les corresponde mucho a la mentalidad del adolescente (ni al propósito de Dios con ellos) que estudien mucha teoría sin aplicación práctica (excepto si quieren perseguir una carrera netamente académica). Sería mucho mejor que aprendan habilidades como mecánica, artesanía, mecanografía, computación, y otras, que les ayuden a hacer un trabajo útil en la sociedad y con el tiempo ganar su propia vida. Al realizar estos trabajos, los jóvenes verán la necesidad de adquirir más conocimientos teóricos, y los aprenderán entonces con una motivación mucho mayor. Estos conocimientos teóricos se adquieren mucho mejor en el contexto de un trabajo "real" y útil, en vez del ambiente estéril y artificial de una escuela actual.

Dar oportunidad para escoger y decidir; entregar responsabilidades (pero todavía con límites).
Debemos dar importancia a las opiniones de los adolescentes y hacerles participar en las decisiones. Esto no significa que les hagamos caso en todo; pero es mejor fijar las reglas en la conversación y en el respeto mutuo, en vez de imponerlas. Podemos mostrarles que las reglas de comportamiento, por ejemplo, no son para restringirles, sino para protegerles contra el daño que puede causar el mal comportamiento de otros.

Estar siempre dispuesto para conversaciones personales, pero no insistir en dar consejos.
Muchos adolescentes están buscando desesperadamente a una persona en quien puedan confiar y quien pueda aconsejarles con sabiduría. Pero primero deben ver en nosotros que realmente somos de confianza y que no vamos a traicionarles; no se van a abrir fácilmente. Por eso no podemos imponerles nuestro consejo ni hacer preguntas indiscretas acerca de su vida; pero sí mostrarles que estamos dispuestos a escucharles y ayudarles en cualquier hora que sea necesario.

(Creyentes) necesitan desafío espiritual.
Los adolescentes creyentes necesitan oportunidades para poner en práctica su fe, por ejemplo participar activamente en un evento o grupo evangelístico, o en un proyecto de ayuda social, o asumir pequeñas responsabilidades de liderazgo. (Vea en "Llevar a los niños al crecimiento espiritual".)

La "adolescencia incompleta":
resulta una persona dependiente que nunca aprendió a resolver sus conflictos. Ej: Joás (2 Crón. 24).
Joás vivía en tiempos turbulentos: Su padre, el rey Ocozías, fue asesinado cuando Joás era todavía un bebé, y su abuela Atalía usurpó el trono real y mató a todos sus demás familiares. Pero su hermana mayor, esposa del sacerdote Joiada, pudo esconder al niño Joás en el Templo para que no lo matasen (2 Crón.22:10-12). Así Joás fue educado por el sacerdote Joiada.
Cuando Joás tenía siete años, Joiada se atrevió a levantarse contra Atalía. La venció y presentó al pueblo a Joás como nuevo rey (2 Crón.23:20, 24:1). Dice que Joás era un buen rey "e hizo lo recto ante los ojos del Señor todos los días de Joiada el sacerdote" (24:2).
El problema es que Joás vivía toda su vida en una dependencia del sacerdote. Esto vemos p.ej. en el v.3: "Joiada tomó para él dos mujeres". Aun cuando el rey ya era adulto y llegó a la edad para casarse, el sacerdote hizo esta decisión tan importante en lugar del rey, y el rey la aceptó. - Muchos padres estarían contentos de tener un hijo tan obediente que les hiciera caso en todo; pero no ven los peligros de esta situación. Parece que Joás nunca pasó por una adolescencia; nunca llegó a fundamentar una opinión propia. De todos los otros reyes que hicieron lo recto, dice que "buscaron al Señor". ¡Pero Joás no buscó al Señor! El hizo lo recto solamente por influencia del sacerdote.
¿Qué sucedió cuando Joiada murió? - Inmediatamente, Joás cayó bajo la influencia de otras personas (sus príncipes) que lo llevaron a la idolatría (v.17-18). Joás llegó hasta matar a los profetas de Dios (v.21), y un año después tuvo que morir (v.25). - ¿Cuántos jóvenes hay en las iglesias que siguen el cristianismo solamente porque es la religión de sus padres, y nunca llegaron a formar sus propias convicciones? Vemos aquí el peligro de pasar por alto esta etapa tan importante en el desarrollo de una persona. El rey Joás terminó mal porque nunca llegó realmente a establecer una identidad como adulto.


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