Lea Salmo 78:5-8.
¿A quiénes manda Dios que enseñen a los niños?
_______________________
Lea Deuteronomio 6:6-9.
¿En qué momentos hay que enseñar la Palabra de Dios a
los niños?
__________________________________________________________
Lea Éxodo 12:3. - La Pascua se
celebraba en f_______________.
Lea Éxodo 12:24-27.
¿Quiénes deben preguntar por el significado de la
Pascua? ________________
¿Quiénes deben responder a la pregunta?
_________________
Todos estos pasajes aclaran que el
padre tiene una responsabilidad espiritual por su
familia. El padre es responsable por la
alimentación espiritual de su familia, igual como por la
alimentación física. Podemos decir que el padre es el
"sacerdote" del hogar. El padre debe enseñar a
su familia la Palabra de Dios, y debe interceder
regularmente ante Dios por su esposa y sus hijos.
Es claro que también la madre comparte esta
responsabilidad; pero el padre es "cabeza" de
la familia, y por tanto tiene una responsabilidad mayor.
Los niños son más influenciados por el
ambiente donde pasan más tiempo. En la mayoría de los
casos, esto es (o debería ser) la familia. Asistir a
algún grupo cristiano una vez por semana, no va a ayudar
mucho a un niño que no recibe ninguna enseñanza
cristiana en su hogar.
Ningún padre diría a sus hijos: "El domingo hemos
comido un almuerzo grande; ahora ya no necesitamos comer
nada hasta el próximo domingo." - ¡Pero cuántos
padres creen que un solo "almuerzo espiritual"
una vez por semana es suficiente para toda la semana! No
es de extrañar que los niños sufran de
"desnutrición espiritual".
Dios dice que debemos hablar a los niños todo el tiempo de Su Palabra. En la vida diaria hay muchas oportunidades donde podemos relacionar la vida del niño con la Palabra de Dios.
Los judíos toman los versos Deut.6:6-9 en un sentido muy literal: escriben versículos bíblicos en los postes de sus casas, y se amarran cajitas en su frente (entre los ojos) y en su mano, que contienen papelitos con versículos bíblicos. Es claro que este no es el sentido de este mandato; pero sí podemos aprender de ellos que en cada instante debemos recordarnos de la Palabra de Dios
Es por su fidelidad a este mandamiento que la nación judía ha sobrevivido hasta hoy, esparcida entre todas las naciones de la tierra: Los padres enseñan fielmente a sus hijos la Palabra de Dios, y de esta manera, cada generación está bien consciente de su identidad como pueblo de Dios.
El padre es también el "reflejo de Dios" para sus hijos, sea en un sentido positivo o negativo (vea "Conocer a Dios Padre").
Esta es la primera responsabilidad de un padre cristiano. Como padres, tenemos que dar prioridad a la educación cristiana de nuestros hijos. Y también tenemos que concientizar a otros padres cristianos en este sentido.
Mike Dowgiewicz escribe:
"Un esposo o anciano
tiene que dar la primera prioridad a su relación
personal con Jesús; y después a su hogar y a su
comunidad cristiana de hogares. Y tiene que ayudar a las
personas que están a su cuidado, a hacer lo mismo. Este
es el centro de las prioridades bíblicas. [Los
"círculos exteriores" o áreas menos
importantes contienen las actividades evangelísticas
hacia afuera, la comunidad cristiana al nivel de toda la
ciudad, y el involucramiento en negocios, política, y la
sociedad en general.]
Obviamente, los valores del mundo contradicen las
prioridades bíblicas. También el nicolaitismo (o
sea, el sistema de las iglesias tradicionales)
minimiza las prioridades del círculo interior, y te jala
hacia afuera para que sirvas al sistema mediante
reuniones, programas y eventos. (...) Pero el Espíritu
Santo te fortalece para caminar con Jesús como tu
Señor, para vivir tu matrimonio de una manera que
representa Su amor, y para educar a tus hijos para que
vean el poder de tu manera de vivir en El.
(...) Particularmente los varones son jalados hacia los
círculos exteriores, donde pueden satisfacer sus deseos
egoístas de ser reconocidos. El área privado de la vida
espiritual personal y del hogar provee poco alimento para
el "ego". Pero cuando tantos hombres permiten
que su crecimiento espiritual y la vida de su hogar
ocupen el último lugar en su lista de prioridades, las
familias se quebrantan hasta que ya no hay remedio.
Hace unos años trabajamos en Atlanta con un ministerio
de renombre internacional que ayuda a empresarios
cristianos a resolver sus problemas de negocios. A base
de nuestras propias experiencias con empresarios, les
propuse lo siguiente: 'Cuando el Señor no puede alcanzar
el corazón de un empresario para que se ocupe de su
relación con Jesús y de su hogar, según las
prioridades divinas, entonces El permite que este hombre
sufra problemas de negocios, para llamarle la atención.
En vez de intentar arreglar los negocios, ¿por qué no
averiguan si los empresarios tienen problemas
matrimoniales, y les ayudan a restaurar la prioridad más
importante, sus relaciones con sus esposas?'
Después de varios meses de investigación, este
ministerio encontró que cada hombre
que tenía problemas de negocios, tenía
también unos graves problemas matrimoniales. Sin
embargo, cuando intentaron ayudarles a arreglar sus
matrimonios, encontraron mucha resistencia. Era más
fácil ayudarles con sus negocios, porque esto levantaba
su egoísmo.
Pero recibir ayuda para amar a sus esposas de la manera
como Dios quiere, exigía más humildad de lo que estos
empresarios estaban dispuestos a tener. Finalmente, para
no perder su propio apoyo financiero, este ministerio
dejó de tratar los problemas matrimoniales.
Este problema no se limita a los empresarios. Cualquier
cosa en el mundo o en el sistema nicolaita que levanta el
"ego" de un hombre, entrará en competencia
contra la humildad que él necesita para afirmar su
relación con Jesús y con su familia. (...) Y esta
negación de los hombres de humillarse bajo las
prioridades relacionales de Dios, es la razón por qué
también tantas esposas están afuera en el mundo,
buscando carreras para satisfacer sus propios deseos
egoístas.
¿Tienes ahora problemas afuera de tu casa que
podrían ser una llamada de atención del Padre?
Cuando mentalmente comparas a tu esposa e hijos
con tu carrera profesional, ¿cuál te da mayor
satisfacción? - ¿Coincide tu respuesta con las
prioridades de Dios?
(...) Cuando las prioridades inferiores ganan en tu vida,
pierdes la intimidad con Jesús, con tu familia, y con
otras personas con quienes tienes una relación
cercana."
Veremos entonces algunas formas prácticas de como cumplir con esta responsabilidad prioritaria, la edificación espiritual de nuestras propias familias.
Que el tiempo devocional en familia sea:
- frecuente (diariamente si es posible)
- corto (5 a 10 minutos, según la edad de los niños)
- creativo (no cada vez la misma forma).
Algunas formas para devocionales familiares:
- Contar una historia Bíblica de una
Biblia ilustrada.
Existen muchas diferentes ediciones de Biblias ilustradas
para niños. Se puede contar una historia y hacer ver los
dibujos a los niños, y hacer una pequeña aplicación a
la vida diaria.
- Ilustrar un pasaje bíblico con
objetos o actividades.
Por ejemplo, leer el Salmo 23 usando objetos como los
siguientes: una oveja de peluche, un poco de pasto, una
fuente con agua, un palo (la vara del pastor), etc.
- Dramatizar una historia, actuando o
con juguetes.
Cada miembro de la familia puede representar un personaje
de una historia bíblica. También se pueden usar
muñecos, animales de peluche, etc, para representar una
historia.
- Repasar un tema que se trató en la
última reunión de la iglesia.
Quizás se conversó sobre un tema que vale la pena
repasar con los niños, explicarles más a fondo y dejar
que ellos hagan preguntas.
- Un tiempo de alabanza.
El devocional familiar puede consistir simplemente en
unos coros de alabanza, y hacerse recordar mutuamente de
cómo Dios ha bendecido a los diferentes miembros de
familia, y darle gracias por ello. (Para más ideas
acerca de la oración y la alabanza con niños, vea en "Oración y alabanza con
niños".)
Para acompañar los coros, se pueden fabricar unos
instrumentos sencillos de ritmo (latas con piedritas
dentro; sonajas de chapas de gaseosas, un tambor de una
lata grande, etc.)
- Estudiar juntos un folleto
cristiano.
Existen folletos breves con contenido evangelístico o
edificante, que son escritos de una manera sencilla. Se
puede estudiar y explicar el mensaje de uno de estos
folletos.
- Un niño dirige el devocional.
Un niño puede dirigir un tiempo de oración, compartir
un testimonio acerca de algo que experimentó con el
Señor, o hablar acerca de un verso bíblico o una
historia bíblica que lo impactó personalmente.
- Memorizar un versículo juntos.
Los padres pueden escoger un versículo para que toda la
familia lo memorice, y se puede dialogar acerca de lo que
significa este versículo para cada uno.
(El día siguiente se puede repasar el mismo versículo.)
Se puede usar una tarjeta para cada versículo memorizado: En una cara de la tarjeta se anota el texto, en la otra cara se anota la referencia Bíblica y se hace un pequeño dibujo que ilustra el mensaje del versículo. Con niños pequeños, los padres tendrán que fabricar estas tarjetas; los niños más grandes podrán hacer sus propias tarjetas.
- Hacer un pequeño estudio bíblico.
Para los niños que ya saben leer, los padres pueden
escoger tres o cuatro versículos acerca de un tema
determinado y preparar unas preguntas para responder; que
los niños lean los versículos y respondan a las
preguntas.
Es importante cambiar de forma de vez en cuando. Cada familia puede encontrar las formas que corresponden mejor a sus hijos.
En cuanto a la hora, hay que experimentar un poco para encontrar un tiempo cuando toda la familia se puede reunir en tranquilidad. Para algunas familias, esto puede ser antes del desayuno; para otras, a mediodía; para otras, antes de acostar a los niños.
Otros eventos espirituales en familia
Noches familiares.
Aparte de los devocionales cortos, la familia necesita
pasar tiempos prolongados juntos. Por ejemplo, se puede
asumir el compromiso de pasar una noche (o una tarde, una
mañana) por semana juntos como familia. En este tiempo
se debe proveer alguna actividad que gusta a los niños:
una comida especial, una salida a un lugar que les gusta
a los niños, un tiempo de juego juntos, etc. - pero esto
también junto con un momento de comunión con el Señor
y enseñanza espiritual. Estos tiempos ayudan no
solamente para desarrollo espiritual, sino también para
fortalecer la unidad y la comprensión dentro de la
familia.
Fiestas tradicionales
En fechas como Semana Santa, Navidad, etc, podemos
explicar el trasfondo bíblico de estas fiestas y
encontrar nuestra propia manera de celebrar el nacimiento
de Jesús, su crucifixión y resurrección, etc. - A la
vez tenemos que señalar de qué maneras el mundo no
cristiano ha tergiversado estas celebraciones, y explicar
por qué no las debemos celebrar de la manera como lo
hace el mundo.
(Sin embargo, si los niños no tienen contacto cercano
con estas fiestas, puede ser más recomendable ni
siquiera mencionarlas. La única
"conmemoración" que hacía la primera iglesia,
era la Cena del Señor en recuerdo del sacrificio y de la
resurreción del Señor Jesús - y esto lo hacían
diariamente, no solamente en fechas especiales.)
Otras celebraciones.
El cumpleaños de un niño es una buena oportunidad para
agradecer a Dios por la vida del niño, y que se puede
compartir la fe cristiana con los amigos invitados del
niño.
El Año Nuevo es una oportunidad para agradecer al Señor
por Sus bendiciones durante el año pasado, y para buscar
Su voluntad para el año por venir.
En estas y otras oportunidades, debemos siempre poner al
Señor en el centro. Que haya también momentos de
diversión, pero que sea una diversión sana y que no
viole los principios de Dios. Esto es aún más
importante en vista de que en tales fiestas, aun los
niños de familias cristianas se ven a menudo arrastrados
por la corriente de este mundo.
Por el otro lado tenemos que aclarar a los niños que en ciertas fiestas no podemos participar como cristianos, porque están relacionadas con la idolatría y la adoración de dioses paganos (Halloween, Carnaval, Fiestas patronales, Inti Raymi, etc). Si los niños piensan que "se están perdiendo algo" (p.ej. porque tienen amigos no cristianos que están entusiasmados con estas fiestas), entonces podemos proveer alguna alternativa sana para ellos: un paseo, una celebración muy diferente, etc.
Esto es aun más importante que todos los devocionales y enseñanzas formales. No debemos limitar el contacto con Dios a unos momentos "devocionales" especiales. Al contrario: tenemos que mostrar a los niños que Dios está con nosotros en todo momento, y que contamos con El en todos los asuntos de nuestra vida.
Lea Salmo 102:17-18.
¿Qué hizo Dios con el pueblo?
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¿Quién debe aprender a alabar a Dios?
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¿Qué hay que hacer para que lo aprendan?
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No es suficiente que los niños solamente escuchen acerca de Dios; ellos deben también compartir nuestras experiencias con Él. Cuando Dios responde nuestra oración, los niños deben saberlo, y de esta manera aprenden a alabarle.
La próxima generación va a enfrentar grandes desafíos que nosotros no conocemos por experiencia propia. No vamos a poder aconsejarles acerca de cómo enfrentar cada situación que les espera. Pero podemos enseñarles cómo buscar al Señor y tener comunicación con Él en cada situación. Entonces Dios mismo les enseñará y les dará sabiduría para cada nueva situación.
Se cuenta que en los tiempos del comunismo, un muchacho ruso de trece años estaba en camino a la casa de un familiar donde se reunía un grupo cristiano. De repente le paró un policía y le preguntó: "¿Adónde vas, muchacho?" - El tuvo miedo, porque si le decía al policía que iba a una reunión cristiana, probablemente la policía iba a detener a los hermanos. Pero él sabía también que como cristiano debía decir la verdad. Y el Señor le dio una respuesta: "Mi hermano mayor ha muerto, y ahora nos reunimos en familia para dar lectura a su testamento." - "Qué pena", dijo el policía, "anda no más." - El muchacho no había mentido: Su hermano mayor, Jesucristo, había muerto, y ahora los hermanos se reunían para leer Su Testamento, la Biblia.
El mejor entrenamiento que podemos dar a
nuestros hijos, es mostrarles como contar con Dios en
cada situación de la vida. Por ejemplo, si un niño se
accidenta o se enferma, nuestra primera reacción
debería consistir en orar por él; y solo después
pensaremos en tratamientos o en un médico.
Cuando tenemos un problema personal, podríamos pensar:
"Mejor no digo nada a los niños; ellos no lo van a
comprender." Pero en lugar de esto, podemos
decirles: "Miren, niños, tengo este problema
..." y compartirlo con ellos; después decirles:
"¿Podemos pedir juntos al Padre en el cielo que nos
ayude?" - Entonces los niños pueden ver: Si mis
padres (o mis maestros) tienen un problema, ellos no se
desesperan ni se enojan, sino ellos conocen a un Padre en
el cielo que es poderoso para ayudar.
Y cuando Dios responde, podemos hacerlo ver a los niños,
y ellos pueden alabar a Dios juntos con nosotros. De esta
manera están involucrados en nuestra vida espiritual.
Estas experiencias despiertan un deseo en el corazón del
niño: "Yo también quiero tener esta confianza en
Dios, y conocerle como le conocen mis padres."
Con un poco de creatividad podemos encontrar muchas oportunidades para enseñar a los niños acerca de Dios, de manera informal, en la vida diaria:
Gratitud por las bendiciones de Dios
El dar gracias a Dios no debe limitarse a oportunidades
especiales como el tiempo devocional o la oración antes
de la comida. Hay muchos otros momentos cuando Dios nos
bendice y podemos darle gracias en este mismo momento:
cuando se ha sanado un niño o familiar enfermo; cuando
alguien de la familia recibe un regalo inesperado; cuando
Dios ayudó a alguien en su trabajo o sus estudios; etc.
Bendecir a los niños
La bendición de los padres es importante para los
niños. Es bueno que los padres oren por sus hijos,
bendiciéndoles, p.ej. antes que salgan a la calle, antes
de un examen u otra prueba, antes de dormir, etc.
Responder a las preguntas de los
niños
Los niños hacen muchas preguntas que nos dan una
oportunidad para enseñar principios bíblicos. Por
ejemplo, si un niño pregunta: "¿Por qué ha creado
Dios la mala hierba?", o "¿Ha creado Dios
también los gusanos de la papa?", podemos
explicarle que Dios creó un mundo maravilloso y
perfecto, y que solo por causa del pecado del hombre
existe ahora la mala hierba, y hay animales que nos hacen
daño. - O cuando quieren saber por qué las estaciones
del año son diferentes, podemos explicarles que Dios
ordenó todo de la manera que podemos alimentarnos del
fruto de la tierra, y señalar al pacto de Dios con Noé.
Consejo y corrección desde la Palabra
de Dios
En muchas situaciones de la vida diaria podemos aplicar
la Palabra de Dios a los problemas y al comportamiento de
los niños. Por ejemplo, un niño tiene varias propuestas
acerca de lo que puede hacer en sus vacaciones, y no sabe
cómo decidirse. Entonces podemos ayudarle a pedir la
dirección de Dios, y enseñarle cómo discernir la
respuesta de Dios. - O los niños están discutiendo y
peleando entre ellos; entonces podemos aplicar la
historia de la reconciliación entre Jacob y Esaú, o las
palabras de Jesús a sus discípulos en Lucas 22:24-27.
Es bueno enseñar a los niños que antes de cualquier
decisión se pregunten: ¿Qué haría Jesús en esta
situación? - Así aprenden a hacer sus decisiones según
principios bíblicos.
Relacionar verdades bíblicas con
objetos comunes
Para los niños un poco más grandes, muchas cosas de la
vida diaria les pueden hacer recordar las enseñanzas del
Señor: Vemos un rebaño de ovejas y les hacemos recordar
que Jesús es nuestro Buen Pastor. Vemos como se
construye una casa y les hacemos recordar la parábola de
los dos fundamentos (Mat.7:24-27). Visitamos una
fortaleza y les hacemos recordar que Dios nos protege
como el muro de una fortaleza. Vemos un arco iris y les
hacemos recordar del pacto de Dios con Noé. etc.
Evaluar y responder a las influencias
del mundo
Los niños son influenciados por muchas cosas que ven y
escuchan de sus compañeros, de sus profesores, en la
televisión, etc. Muchas de estas influencias contienen
mensajes que van directamente en contra de los principios
bíblicos. Tenemos que analizar estas influencias y
responder a ellas desde la Palabra de Dios. Por ejemplo,
muchas películas o dibujos animados en la televisión
enseñan que los problemas se solucionan con violencia o
con poderes mágicos. Tenemos que enseñar a los niños
lo que dice la Biblia al respecto.
Igualmente cuando se les dice en la escuela que el hombre
desciende del mono, o que debemos participar en las
costumbres paganas de nuestros antepasados, o que Dios no
interfiere en las cosas de este mundo. Tenemos que
enseñar a los niños a examinar todo lo que escuchan
según principios bíblicos (especialmente cuando asisten
a una escuela donde no se enseña según principios
bíblicos - como sucede actualmente en prácticamente
todas las escuelas).
(En los capítulos "Prevención
..." y "Educación
de valores y discernimiento" se
ampliarán más estos temas.)
Dios está con nosotros todo el tiempo, y en todas las cosas de la vida. Es nuestra resposabilidad hacer ver esto a los niños. Para eso, tenemos que estar tan "llenos" de la Palabra de Dios que podamos ver estas conexiones y tener una palabra de Dios lista para todo lo que sucede. Mucho depende de cuan profunda es nuestra propia relación con Dios. Tomemos en serio nuestros tiempos con El, y mantengamos siempre una relación buena y recta con El. Entonces tendremos también siempre algo que dar a los niños.
- Si usted tiene sus
propios hijos o hermanos menores, empiece ahora a
reunirlos para pequeños tiempos devocionales (si
todavía no lo hace). Si usted no tiene hijos ni otros
niños cerca, puede encontrar una oportunidad para ayudar
a otra familia cristiana, a empezar con devocionales
familiares.
(Recuerde que estos devocionales no tienen que ser
"eventos grandes", solo reuniones de unos pocos
minutos.)
- Pida a Dios que le muestre las oportunidades de hablar de El en los sucesos de la vida diaria. Encuentre maneras de involucrar a Dios en la vida diaria de sus hijos y de otros niños que están cerca de usted. - Si está estudiando este curso en grupo, relate sus experiencias en la siguiente reunión.
Hijos del Altísimo - http://www.altisimo.net -