Si nos toca contar una historia a un grupo un poco más grande de niños, tenemos que saber la historia de memoria para poder contarla libremente. También nos ayudarán unas formas creativas de ilustrar la historia. A continuación daremos unas pautas de como podemos prepararnos para ello.
(Para un tiempo devocional en familia, normalmente no se necesita tanta preparación. Muchas ideas mencionadas en el capítulo sobre devocionales familiares pueden realizarse espontáneamente o con poca preparación. Pero también en estos tiempos familiares, los niños estarán más motivados si de vez en cuando papá o mamá los sorprenden con una idea especial o con una historia bien preparada y creativa.)
Empiece a tiempo con las
preparaciones. Para presentar una historia bien preparada, debemos empezar con los preparativos una semana antes. Así tenemos suficiente tiempo para conocer la historia y desarrollar unas ideas creativas. |
Estudio Bíblico:
Conozca la historia y su trasfondo. Lea la historia detenidamente en su propia Biblia y responda a las siguientes preguntas: |
¿Quién(es)? - ¿Quiénes son
las personas que aparecen en la historia?
¿Cuándo? - ¿En qué tiempo sucedió?
Examinamos las circunstancias históricas. ¿En qué
época sucedió la historia? (p.ej: durante el reinado de
David; durante la vida de Jesús en la tierra; después
de la resurrección de Jesús; etc.)
También podemos fijarnos en la hora del día: ¿fue de
mañana, en la tarde, en la noche?
Es una gran diferencia si una historia sucedió en el Antiguo o en el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, por ejemplo, (y todavía durante el ministerio de Jesús en la tierra), no podemos hablar de "iglesia", porque la Iglesia todavía no existía. Tampoco podemos hablar de Jesús cuando contamos del Antiguo Testamento, porque Jesús todavía no había venido (solo se le menciona proféticamente en algunos pasajes).
¿Dónde? - Necesitamos saber cómo
se llama el lugar donde sucedió la historia, y cómo se
veía aquel lugar. ¿Era una ciudad? ¿un pueblo
pequeño? ¿un lugar en el campo? - ¿Las personas se
encontraban en una casa, en la calle, en el campo?
¿Qué (sucedió)? - Haremos un breve
resumen de la historia: pocas palabras, pero
ordenadamente y mencionando todos los sucesos
importantes.
Aunque esté utilizando algún
material ya preparado, usted necesita leer y preparar la
historia desde su propia Biblia. - ¿Por qué?
- La Palabra de Dios es inspirada, pero la narración que
usted encuentra en una Biblia infantil o en un material
preparado, no es inspirada. Por tanto, esta narración
quizás omite unos detalles importantes; añade detalles
que no están en la Biblia; o es inexacta en algunas
partes. Necesitamos conocer la historia tal como está en
la Biblia.
- El autor del material que utiliza, no conoce a los
niños que usted enseña. Por tanto, este autor no sabe
si los niños comprenderán exactamente aquellas
expresiones que él utiliza. Tendrá que adaptar la
narración al entendimiento de sus hijos o alumnos.
Ejemplo: Lucas
15:11-24 (Parábola del Hijo Pródigo, sin la
última parte): ¿Quiénes? - el padre, el hijo mayor, el hijo menor, el hacendado (v.15), los siervos del padre (v.17 y 22), Jesús (él es quien cuenta la historia, v.11). ¿Cuándo? - En los tiempos de Jesús. ¿Dónde? - En la casa del padre (en Israel); y en una provincia lejana.
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La obra de Dios en
nosotros mismos: Mueva la
historia en su corazón orando. Deje que Dios le hable a usted mismo por medio de Su Palabra. ¿Dios le dice aquí algo que debe hacer? Probablemente usted tendrá una oportunidad, en esta misma semana, para ponerlo en práctica. ¿Dios le promete algo, o le enseña algo sobre cómo es El? Entonces fíjese durante esta semana si experimenta en su propia vida que Dios es así como El dice. |
Cuando el Señor obra en la propia vida de
usted, entonces usted tendrá un testimonio personal que
podrá compartir con los niños. Así los niños verán
que la Palabra de Dios realmente transforma nuestras
vidas.
Después, fije una META para su enseñanza.
Si no se acuerda como determinar una meta, repase el
capítulo anterior: "La meta de
la enseñanza".
Ejemplo: Nuestra
meta para la lección sobre el Hijo Pródigo
podría ser: Que los niños se arrepientan de lo malo que hicieron, y que entiendan que Dios nos perdona cuando nos arrepentimos. Otras
posibilidades serían: |
Creatividad:
Desarrolle una forma creativa de contar e
ilustrar la historia. Nota: Todo lo que hicimos hasta ahora, sirve para que nosotros mismos conozcamos mejor la historia que vamos a enseñar. Ahora empezaremos a preparar cómo contarla a los niños. Una buena historia tiene un inicio, un desarrollo, una cumbre, y un final: |
Inicio interesante (sin
descubrir todo el contenido): p.ej. una pregunta; mostrar un objeto; empezar en medio de la historia; dramatizar ... |
Desarrollo: Sucesos inesperados, conflictos y problemas aumentan la tensión. Enfatizar y enseñar la meta de la lección en relación con la historia. |
Cumbre: (el "núcleo" de la historia): La tensión alcanza su máximo y después se soluciona. |
Final: ¡corto! Resumir lo más importante; no introducir nada nuevo. |
? El inicio: Al
inicio tenemos que hacer algo que despierte el interés y
la curiosidad de los niños. Para la historia del Hijo
pródigo, por ejemplo, podríamos preguntar a los niños:
"Si alguien te regalaría mil dólares, ¿qué
harías?" (Que algunos niños respondan.) "-Les
voy a contar de alguien a quien sucedió exactamente
esto: en un día, recibió un montón de dinero."
- Otro inicio podría ser en forma de un coro que habla
del Padre Celestial; después podríamos empezar la
historia así: "Jesús nos contó una historia para
enseñarnos cómo es nuestro Padre en el cielo: Un padre
tuvo dos hijos ... "
El peor inicio sería este: "Ahora les voy
a contar como el hijo pródigo regresó a casa." -
Los niños ya no van a prestar atención, porque ya saben
como va a terminar la historia. ¡Nunca
debemos descubrir el final al inicio!
~ El desarrollo: Aquí
necesitamos el resumen que acabamos de preparar. Contamos
la historia en su orden lógico y utilizamos ayudas
visuales (dibujos, objetos) y otros métodos creativos,
para que sea más interesante.
Mientras contamos la historia, también tenemos que
llegar a nuestra meta. ¿En qué momentos de la historia
podemos hablar directamente a la vida de los niños, para
que Dios pueda cambiarlos?
Ejemplo: En la
historia del Hijo Pródigo, podemos llegar a
nuestra meta en los siguientes momentos: - Cuando llegamos al momento donde el hijo menor malgasta todo su dinero, podemos preguntar a los niños: "¿Les parece bien lo que hizo este hijo? - ¿Qué debía hacer?" (Debía arrepentirse; debía pedir perdón a su padre.) "¿Tú alguna vez has hecho algo malo?" (Se pueden mencionar ejemplos de la vida de los niños; p.ej: has malogrado o perdido algo que pertenece a tus padres; has robado en la tienda; has pegado a tu hermano o tu hermana; etc.) - "Cuando haces algo malo, lo mejor es siempre pedir perdón y arreglar lo que hicimos mal." - Cuando el hijo pródigo llega donde los chanchos: "¿Se había arrepentido el hijo?" (Obviamente no.) "Ven, niños, por eso ahora está sufriendo tanto. Cuando no nos arrepentimos, sufriremos. - Pero ahora sí se arrepintió el hijo y dijo: Mejor voy a regresar donde mi padre..." - Después de contar esta parte donde el hijo pide perdón: "Esto significa arrepentirnos, cuando reconocemos: Lo que he hecho fue malo; y cuando pedimos perdón por lo que hemos hecho. Tú también puedes hacer esto. - ¿Qué creen qué hará el padre con el hijo que regresó?" (Que los niños den algunas ideas, p.ej: lo va a pegar; lo va a botar de la casa; lo va a recibir bien). "Vamos a ver qué hará el padre." (Seguir contando la historia.) - Al final, cuando el padre hace una fiesta para el hijo, mencionamos otra vez nuestra meta: "Así perdonó el padre a su hijo. De la misma manera Dios te perdona a ti si tú te arrepientes de lo malo que has hecho y le pides perdón." (En este momento se puede dar una oportunidad para aquellos niños que quieren confesar algún pecado ante Dios.) |
Muchos maestros intentan añadir su meta solo al final de la historia, al estilo de: "Y ahora, ¿qué nos enseña esta historia...?" - Esto funciona raras veces. Cuando la historia ya ha terminado, los niños ya no tienen ganas de escuchar una "moraleja". Es mucho mejor enseñar la meta entrelazada con la historia. Mientras estamos en medio de la historia, los niños quieren saber cómo continúa la historia, y entonces van a estar más atentos.
! La cumbre: Si estamos contando bien nuestra historia, entonces hay una tensión que aumenta poco a poco. Por fin llega a una crisis, donde todos se preguntan: ¿Qué sucederá ahora? ¿Cómo se va a solucionar esta situación?
Ejemplo: En la historia del Hijo Pródigo, el mejor momento para la cumbre sería cuando el hijo se encuentra en el camino a casa. Todavía todo está abierto: ¿el padre le recibirá o lo botará de su casa? - La solución consiste en que el padre le perdona. |
El final: Cuando la crisis se soluciona, para los niños la historia ha terminado. Ya no van a querer escuchar más. Por eso, el final debe ser corto. Ya no podemos introducir nada nuevo; solo podemos hacer recordar lo que ya hemos dicho.
"La historia bíblica no es una sopa: no hay que aumentar agua al final para que rinda más." |
Ejemplo: Un final
para la historia del Hijo Pródigo podría ser
así: "Todos eran felices porque el hijo por fin había regresado a casa. Y seguramente él mismo era el más feliz de todos. Así también Dios se alegra mucho cuando nos arrepentimos y pedimos perdón por nuestros pecados." |
Busque expresiones
que los niños comprendan.
Cuando un misionero viaja p.ej. a Japón para alcanzar a
los japoneses con el Evangelio, no podría predicarles en
español. Tendría que aprender el idioma japonés.
Igualmente, para alcanzar a los niños con el Evangelio,
tenemos que aprender el idioma de los niños. ¡Ellos no
usan las mismas palabras que los adultos!
Tenemos que examinar nuestra historia y explicar cada
palabra que podría ser difícil de entender para los
niños.
Ejemplo: Buscamos
expresiones más sencillas para las siguientes
palabras de nuestra historia: "Bienes": "lo que le pertenece"; (mejor): "dinero, vacas, ovejas, muebles, etc." "vivir perdidamente": "hacer cosas malas"; (mejor): "emborracharse, hablar groserías, vivir sin pensar en Dios, etc." "Malgastar": "gastar el dinero en cosas malas; comprarse mucha ropa lujosa o un carro lujoso; invitar a todos para tomar; gastar el dinero en juegos; etc." "Algarrobas": una verdura parecida a las habas, pero no tan rica. "Jornalero": "siervo", "empleado" (que encuentra trabajo solamente de día en día). |
Muchas palabras se explican mejor con un ejemplo concreto que con una definición. Como regla podemos decir: "Lo que se puede dibujar, un niño lo puede entender." - Por la misma razón, es mejor usar palabras concretas en vez de expresiones generales. En vez de "frutas", es mejor decir "naranjas, manzanas, plátanos ...". En vez de "ganado": "vacas, ovejas, cabras ..."
En su bosquejo, anote el inicio y el final de
la historia, tal como la contará a los niños.
Al inicio de la historia es importante captar la
atención de los niños; por eso usted tiene que estar
segura de lo que hará. A la vez es el momento cuando
usted puede ponerse más nervioso y podría olvidar todo
lo que iba a hacer. Por eso es recomendable tener el
inicio de la historia por escrito.
El final es también un momento crítico. ¿Alguna vez
escuchó a un predicador que ya había llegado al final
de su prédica, pero seguía hablando y hablando porque
no encontraba "la salida"? Para que no le
suceda esto, tenga el final por escrito. Así usted va a
saber exactamente como concluir, y no va a hablar más de
la cuenta.
Aprenda la historia de memoria.
No toda la historia literalmente, pero el resumen que
hizo. Usted debe saber de memoria cada punto de la
historia y como sigue en su orden. Para esto nos sirve el
resumen. (Quizás no podríamos memorizar un capítulo
entero de la Biblia, pero sí un resumen de siete o diez
puntos.)
Podemos usar un bosquejo escrito al enseñar; pero no
debemos depender de ello.
Durante la enseñanza: Tenga la Biblia en su
mano.
Aunque tengamos nuestro bosquejo de la historia, en la
lección la contamos con la Biblia en la mano. Por dos
razones:
- Podemos necesitar la Biblia como referencia para
algunos detalles que se nos pueden escapar o que los
niños preguntan.
- Los niños deben saber que no contamos un cuento
inventado, sino una historia de la Palabra de Dios.
Hasta aquí tenemos preparada la historia en sí. Lo que nos falta todavía, son las ayudas visuales y métodos creativos. De esto hablaremos en el próximo capítulo. Ahora aplicaremos lo que hemos estudiado.
Ejercicio en el grupo:
A) Lea Lucas 19:1-10 y anote aquí
sus respuestas a las cuatro preguntas:
¿Quién(es)?
¿Cuándo?
¿Dónde?
- - - - - - (Nota: Aquí empieza la historia tal como la contaremos a los niños.) - - - - - -
Inicio (todavía no llenar):
¿Qué (sucedió)? 1. ________________________________ 2. ________________________________ 3. ________________________________ 4. ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ |
Explicaciones (todavía no llenar) : ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ |
Final (todavía no llenar):
Después de mencionar a las personas que aparecen en la historia, usted puede tomar un tiempo para caracterizar a cada una de las personas principales: ¿Cómo era Zaqueo? (su apariencia; su carácter; su manera de actuar); ¿Jesús? ¿la multitud? - Estas características nos pueden ayudar a describir o representar a cada persona de manera adecuada cuando contamos la historia.
B) Tome algunos minutos más para orar y reflexionar sobre la historia de Zaqueo. Anote aquí lo que Dios le habla personalmente:
C) Anote aquí cuál sería su META, al enseñar la historia de Zaqueo a los niños:
D) Repase su resumen de la historia de Zaqueo. Marque con un asterisco dos o tres buenas oportunidades dentro de su resumen, donde puede hablar de su meta.
E) Piense en un inicio interesante, creativo para la historia y anótelo en la línea "Inicio". Igualmente anote lo que dirá al final de la historia en la línea "Final".
F) En la columna "Explicaciones", anote expresiones más sencillas para las siguientes: "publicano", "sicómoro", "posar", "defraudado", "cuadruplicado".
Elabore un bosquejo, de la manera
como lo hicimos en el ejercicio anterior, para la
próxima historia Bíblica que le toca enseñar.
Al lado derecho del resumen de la historia Bíblica, deje
un espacio vacío de 10 centímetros aproximadamente
(para la siguiente tarea).
Hijos del Altísimo - http://www.altisimo.net -