Hijos del Altísimo - http://www.altisimo.net - |
Descargar versión imprimible A (24 páginas A5, PDF)
Descargar versión imprimible B (formateado para encuadernación, 12 páginas A4 subdivididas, PDF)
INTRODUCCION
El 31 de octubre de 1517, Martín Lutero hizo un intento de desatar una discusión pública sobre el estado de la iglesia de sus tiempos, y de proponer algunas reformas. El resultado fue mucho más radical de lo que él se habría imaginado: en vez de reformar la iglesia, se originó un gran movimiento en oposición contra la iglesia; mientras la iglesia católica se negó a reformarse.
En nuestros tiempos, las iglesias evangélicas a su vez están en la necesidad de ser reformadas. ¿Escucharán ellas esta vez el llamado del Señor; o repetirán la historia, actuando como en aquel entonces actuó la iglesia católica?
Muchas de las observaciones hechas en las tesis siguientes, provienen de mi propia experiencia en las alturas de Perú; la situación puede ser diferente en otros entornos culturales. Sin embargo, recibí también reportes parecidos de lugares tan diferentes como Norteamérica, Europa, y Africa, que indican que algunos de los males descritos se extienden en las iglesias a nivel mundial.
La mayoría de las siguientes tesis son una simple comparación de la iglesia del Nuevo Testamento, con las iglesias evangélicas de hoy. Haciendo esta comparación con los ojos abiertos, ¿cuán lejos estamos de ser la iglesia que Dios quiere?
Notas aclaratorias:
- En estas tesis aparece con frecuencia la expresión
"las iglesias evangélicas hoy, en general..." - Estoy
consciente de que existe una gran diversidad de iglesias
evangélicas. Una iglesia particular puede no ser afectada por
algunos de los puntos mencionados. Sin embargo, estamos todos en
la obligación de examinarnos ante la Palabra de Dios.
- Este documento fue escrito no como una base elaborada de
enseñanza, sino con el fin de impulsar la intercesión, y una
discusión amplia. Como tal, el documento se encuentra todavía
en un estado provisional, y varias partes pueden requerir
revisión. Su publicación estaba provista para una fecha
posterior; sin embargo, llegué a la convicción de que este
mensaje es urgente y por tanto debe ser publicado lo más antes.
Comentarios al autor pueden enviarse a la
dirección de correo electrónico:
También puede dejar un comentario en el blog: http://reformabiblica.wordpress.com/category/95-tesis-sobre-el-estado-de-las-iglesias-evangelicas/
Lecturas relacionadas
Se recomiendan también los siguientes recursos de internet,
relacionados con los asuntos planteados aquí:
Andrew Strom, "Los secretos de
la iglesia temprana"
Martín Lutero - algo que podemos aprender
de su vida
John Wesley, "El
casi-cristiano"
(Enlace externo) Arthur Katz, "Un manifiesto apostólico"
Comentario posterior (Mayo de 2009): Tres años después Han pasado tres años desde la primera publicación de estas tesis. La primera publicación causó que el instituto "bíblico" donde yo trabajaba antes, rompiese públicamente sus relaciones con mi persona. (Pongo "bíblico" entre comillas porque ya no puedo ver mucho de bíblico allí.) Aunque les pedí tres veces que fundamentasen su decisión con las Escrituras, no me dieron ninguna razón. Aun en una reunión posterior no pudieron presentar ningún argumento bíblico contra alguna de mis tesis. A pesar de ello, nunca revocaron su rompimiento de relaciones. De la misma manera reaccionó la iglesia católica de la Edad Media contra Lutero: Se negaron a disputar con él con argumentos bíblicos. En lugar de ello, le presionaron con medidas políticas para que se retractase; y cuando Lutero mantuvo su posición, lo excomulgaron. Nunca pudieron refutarle desde la Biblia. He recibido las mismas reacciones de
otros pastores evangélicos: se enojaron, me agredieron
con palabras, llamaron mis tesis "basura" -
pero ninguno hasta hoy presentó un solo argumento
fundamentado en las Sagradas Escrituras. (Tengo que
añadir, que algunos también se alegraron y me dieron la
razón. Pero son una pequeña minoría y por lo general
no se atreven a impulsar un cambio.) Todas estas reacciones confirman solamente la conclusión principal de estas tesis: Las iglesias evangélicas actuales no son mejores que la iglesia católica en los tiempos de Lutero. Así que vuelvo a mi Señor como aquel hombre en la parábola: "He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?" (Luc.13:7) - Las iglesias evangélicas de verdad se han convertido en higueras estériles, que solamente inutilizan la tierra (dando mal testimonio del Señor, de manera que la gente no quiere escuchar el evangelio.) - "El entonces, respondiendo, le dijo: 'Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.'" - El Señor tiene mucha paciencia. En nuestros días también, El declara un año de "abonar esta higuera estéril y cavar alrededor de ella". Pero no abusemos de la paciencia del Señor. Vendrá el día cuando El va a cortar irrevocablemente esta higuera, si es que sigue negándose a dar fruto de arrepentimiento. |
CONTENIDO
I) Sobre la interpretación de la Biblia (No. 1
a 3)
II) Sobre el nuevo nacimiento (No. 4 a 11)
III) Sobre la evangelización (No. 12 a 22)
IV) Sobre la santidad (No. 23 a 35)
V) Sobre algunos aspectos del funcionamiento de la
iglesia (No. 36 a 44)
VI) Sobre el liderazgo de la iglesia (No. 45 a 62)
VII) Sobre cosmovisión cristiana (No. 63 a 67)
VIII) Sobre educación cristiana (No. 68 a 73)
IX) Sobre la preparación para el ministerio (No.
74 a 83)
X) Sobre avivamiento (No. 84 a 95)
Conclusión
I) Sobre la interpretación de la Biblia
1. La Biblia, en sus manuscritos
originales, es la Palabra de Dios inspirada, inerrante, e
infalible.
- Aunque las iglesias evangélicas hoy, en general, mantienen
esto en su declaración de fe; en su práctica muchas están
dando lugar a la teología
crítica que considera la Biblia una palabra humana
que puede errar.
(Esta teología errónea se esconde p.ej. detrás de las
"ciencias bíblicas" promovidas por las Sociedades
Bíblicas, y se encuentra en muchos comentarios teológicos y
Biblias de estudio.) Una vez abiertas las puertas para esta
teología crítica, inevitablemente siguen otros errores
doctrinales.
2. Las iglesias evangélicas hoy, en
general, interpretan la Biblia a través del filtro de su propia
tradición y costumbre eclesiástica. Esta tradición les impide
ver lo que la Biblia realmente dice.
Al leer "iglesia", se imaginan una iglesia
evangélica de hoy, y no se dan cuenta de que la iglesia del
Nuevo Testamento fue muy diferente. Al leer
"convertirse", se imaginan a una persona que repite una
oración de entrega en una campaña evangelística, y no se dan
cuenta de que una conversión en el Nuevo Testamento fue muy
diferente. Al leer "pastor", se imaginan a un pastor de
una iglesia actual, y no se dan cuenta de que un pastor en el
Nuevo Testamento fue algo muy diferente. (Los ejemplos podrían
multiplicarse interminablemente.)
3. El libro de Hechos, y las cartas
de los apóstoles, son la descripción del estado normal de la
iglesia, según la voluntad de Dios para todos los tiempos.
El Señor es el mismo por todos los tiempos; Su Palabra
permanece para siempre (Is.40:8, Mat.24:35); y si El hubiera
provisto algún cambio después de concluir el Nuevo Testamento,
El lo hubiera anunciado proféticamente.
Las iglesias evangélicas hoy, en general, consideran el libro
de Hechos solo como una historia de tiempos pasados; o
interpretan su mensaje de una manera que se ajuste a su propia
tradición denominacional; y de cualquiera de estas maneras, no
aplican su mensaje para los tiempos actuales. Con esto cometen un
error grave y se vuelven ciegas para el tamaño de su apostasía.
4. El nuevo nacimiento es obra de
Dios, no del hombre (Juan 3:8, 6:44). Es Dios quien llama y
justifica a los que predestinó (Rom.8:29-30). La responsabilidad
del hombre consiste en responder al llamado de Dios con
arrepentimiento y fe (Marcos 1:15, Hechos 2:38, Rom.4:5).
Las iglesias evangélicas hoy, en general, creen y enseñan
que el nuevo nacimiento es obra del hombre (por más que su
doctrina oficial sea diferente) - esto lo demuestran en sus
prácticas manipulativas de evangelización.
5. El nuevo nacimiento no ocurre por
repetir una oración de entrega, u otros "métodos"
humanos. No existe ningún caso en el Nuevo Testamento donde
alguien hubiera nacido de nuevo en esta manera.
- Las iglesias evangélicas hoy, en general, aceptan como
convertido a una persona que repitió una oración de entrega.
Por causa de esta práctica errónea, las iglesias están muy
engañadas y no se dan cuenta de que se encuentran muchos falsos
hermanos en las iglesias.
6. El verdadero arrepentimiento
consiste en confesar el pecado y apartarse de él
(Prov.28:13). Este arrepentimiento requiere que uno haya
experimentado, por la obra del Espíritu Santo, la convicción de
su pecado (Juan 16:8-9).
Una confesión de pecados, sin que el Espíritu Santo haya
obrado para convicción, y sin la decisión firme de apartarse
del pecado, no es arrepentimiento verdadero.
7. Las iglesias evangélicas hoy, en general, no predican ni practican este verdadero arrepentimiento. En triste consecuencia, muchos de los que profesan ser cristianos evangélicos, nunca han nacido de nuevo en verdad.
8. La fe verdadera, que confía en el sacrificio único de Jesucristo para el perdón de los pecados y nuestra salvación, conduce a una seguridad de ser salvo ahora, no solo una esperanza de ser salvo "algún día" (Juan 5:24).
9. Esta fe verdadera puede obrar
solo después de haber recibido la convicción del pecado por
medio del Espíritu Santo, y después de haberse arrepentido de
verdad; no antes.
El que intenta confíar en el sacrificio de Cristo, o recibe
el "regalo de la salvación", sin haber experimentado
convicción de su pecado, vive en una confianza falsa, porque
todavía no sabe de qué peligro y condenación necesita ser
salvo.
10. La fe verdadera no
"reclama" nada de Dios, ni hace "confesiones
positivas" de algo que se imagina contrario a la realidad.
Estas "recetas" provienen de la idea del
"pensamiento positivo" de la Nueva Era, y no de la
Biblia.
La fe verdadera confia sencilla y firmemente que Dios hará lo
que El ha prometido, no lo que yo me imagino.
11. El que nace de nuevo, recibe en
su espíritu el testimonio del Espíritu Santo, de que es hijo de
Dios (Rom.8:16).
Este testimonio no es lo mismo como una imaginación humana
de ser salvo, ni un acto humano de "reclamarlo por fe".
El que recibe este testimonio, sabe con certeza que este
testimonio no procede de su propia imaginación o voluntad. Quien
no tiene este testimonio en sí, no ha nacido de nuevo (Rom.8:9).
12. Evangelización en el Nuevo Testamento es convencer del pecado y llamar al arrepentimiento para ser salvo. (Mat.3:2, 4:17, Hechos 2:22-23.36-38, Rom.3:19-24)
13. En el Nuevo Testamento nunca se
hicieron invitaciones a "aceptar a Cristo", o parecido.
Aunque se llamaba al arrepentimiento, cada uno tenía que
manifestar su arrepentimiento por iniciativa propia. (La
exhortación "Arrepiéntete y bautízate..." fue dada
solamente a aquellos que ya habían preguntado: "¿Qué debo
hacer para ser salvo?" - Hechos 2:37-38, 16:30-33).
14. Las iglesias evangélicas hoy, en general, en su afán de ganar más miembros, invitan a pecadores no arrepentidos a "aceptar a Cristo". Esto produce muchas conversiones falsas y muy pocas conversiones verdaderas.
15. En el Nuevo Testamento, los
cristianos nunca trajeron a inconversos a las reuniones de la
iglesia.
Al contrario, los inconversos tenían miedo de juntarse con
la iglesia (Hechos 5:13). Solo después de convertirse, se
juntaban con la iglesia. (Esto no es de confundir con las
reuniones en lugares públicos, donde todos tenían la
oportunidad de escuchar la enseñanza de los apóstoles, aun sin
unirse a la iglesia.)
16. Las iglesias evangélicas hoy,
en general, traen a los inconversos a la iglesia; entonces estos
inconversos empiezan a comportarse exteriormente como cristianos,
hasta que son aceptados como "hermanos", mientras en
realidad nunca nacieron de nuevo. De esta manera las iglesias se
llenan con falsos hermanos.
El mismo hecho de que los inconversos se atrevan a juntarse
con la iglesia sin sentir vergüenza, es una señal de cuán
lejos nos hemos apartado del estado de la primera iglesia.
17. En el Nuevo Testamento, la forma como un pecador manifestaba su arrepentimiento fue por medio del bautismo. (Hechos 2:38-41, 8:12, 8:35-38, 10:47-48, etc.)
18. Las iglesias evangélicas hoy,
en general,
- hacen esperar innecesariamente a los verdaderos convertidos
para ser bautizados; durante este tiempo de espera el enemigo
puede sembrar toda clase de dudas, tentaciones y desánimo en el
corazón de los convertidos;
- por falta de discernimiento, bautizan a inconversos que
simplemente han aprendido a conformarse con las formas exteriores
del cristianismo, después de pasar mucho tiempo juntos con los
cristianos.
El verdadero convertido no necesita esperar para ser
bautizado, y el falso convertido no se convierte en uno verdadero
por más que le hagan esperar.
19. La evangelización del Nuevo
Testamento nunca prometía algo aparte de la salvación y la vida
eterna.
No se prometía ni sanidad, ni la solución de problemas
personales, ni prosperidad, ni felicidad, como
"recompensa" de la conversión. Al contrario, el Señor
llamó a sus seguidores a perder todo, hasta su vida, por causa
de El (Mat.10:37-39, 16:24-26, Luc.9:57-62), y les anunció
persecuciones y sufrimiento (Mat.10:16-25, 24:9-13). Solo
aquellos que siguen al Señor de esta manera, pueden entonces
recibir también la promesa: "...y todas estas cosas os
serán añadidas" (Mat.6:33) - lo que se refiere únicamente
a las necesidades básicas de la vida.
20. Las iglesias evangélicas hoy, en general, intentan atraer a nuevos convertidos con promesas de sanidad, solución de problemas personales, prosperidad, felicidad, etc. De esta manera se producen conversiones falsas porque las personas se "convierten" por motivos equivocados y egoístas.
21. Como un bebé recién nacido
clama por leche, un cristiano verdadero nacido de nuevo busca por
sí mismo la comunión con el Señor y con sus hermanos.
Si no demuestra esta hambre y sed por el Señor, no es un
verdadero convertido.
Muchos miembros de iglesias evangélicas hoy tienen que ser
"animados" constantemente porque por sí mismos no
tienen esta hambre y sed por el Señor; esto demuestra que en
realidad no han nacido de nuevo.
22. Las iglesias evangélicas hoy, en general, están equivocados en sus intentos de hacer un "seguimiento" a falsos convertidos, jalándolos para el culto cuando en realidad no quieren, obligándoles a actuar de manera "cristiana" cuando su naturaleza no arrepentida les impulsa hacia el lado opuesto, etc. Todo esto es una pérdida de tiempo, fuerzas y recursos; mientras queda desatendida la verdadera obra del Señor, el guiar a las personas al arrepentimiento verdadero y la fe verdadera según los principios que El mismo estableció.
23. El Nuevo Testamento nunca llama
"santo", "hermano", o "cristiano" a
un incrédulo, y nunca llama "pecador" a un cristiano
nacido de nuevo. El cristiano nacido de nuevo es santo, porque
está muerto para el pecado y vivo para Dios (Rom.6:3-11).
Las iglesias evangélicas hoy, en general, están confundidas
porque dentro de ellas se encuentran pecadores que se llaman
"hermanos", y santos que se llaman
"pecadores".
24. El cristiano nacido de nuevo,
anda conforme al Espíritu (Rom.8:1.4.9.12-13), y con la ayuda
del Espíritu se aparta del pecado y así cumple la justicia
exigida por Dios (Rom.8:4).
Se purifica porque espera en la venida del Señor (1 Juan
3:2-3), y no peca conscientemente (1 Juan 3:6-9). El cristiano
verdadero "sigue la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor" (Heb.12:14).
25. Esta santidad no se consigue
por esfuerzos propios, sino por la obra del Señor "que en
vosotros produce así el querer como el hacer" (Fil.2:13, 1
Cor.15:10, Juan 15:4-6, Ef.2:10).
El verdadero santo no se esfuerza por hacer lo bueno o lo
correcto; pero se esfuerza por permanecer en Cristo (y como
resultado, efectivamente hará lo bueno).
26. Esta santidad no tiene nada que
ver con cumplir rituales religiosos u ordenanzas externas; más
bien tiene que ver con la integridad del corazón que busca
agradar a Dios en todo (Sal.40:6-8, Sal.51:6.10).
Las iglesias evangélicas hoy, en general, comprenden
"santidad" en un sentido ritualista (haciendo las cosas
"correctas" y "aceptadas" hacia afuera): Se
someten a preceptos externos, "no manejes, ni gustes, ni aun
toques...", que tienen reputación de sabiduría, pero no
tienen valor contra los apetitos de la carne (Col.2:20-23).
Llevan a cabo rituales de "culto", de
"alabanza", de "oración", de
"arrepentimiento", de "reconciliación" -
todo esto según una forma exterior, pero le falta la realidad
espiritual. (Mat.15:7-9)
27. Las iglesias evangélicas hoy,
en general, no predican ni practican la santidad verdadera.
En su mayoría, o excusan el pecado y lo toman a la ligera, o
intentan alcanzar la santidad con esfuerzos humanos que en
realidad son carnales (Fil.3:4-9). Por tanto, el mundo dice:
"¿Para qué debo volverme evangélico, si ellos no son
mejores que nosotros?", y el nombre de Dios es blasfemado
entre los gentiles por causa nuestra (Rom.2:24).
28. Muchos miembros de las iglesias
evangélicas se llaman a sí mismos "pecadores
indignos". Con esto dan testimonio acerca de sí mismos de
que no son salvos.
Muchos aun usan esta expresión como una excusa para seguir
pecando, y así demuestran que nunca se han arrepentido de
verdad. - La práctica de "pedir perdón para poder seguir
pecando", es completamente en contra de la voluntad de Dios
(Jer.7:9-11).
29. El Evangelio consiste básicamente en dos mensajes: el mensaje de la ley y el mensaje de la gracia. En el NT, la ley se predica a los pecadores para que sean convencidos de su pecado y guiados hacia Cristo (Gál.3:22-24). La gracia se predica a los arrepentidos para que crean (Rom.3:21-24), y a los creyentes para que sean afirmados en su fe (Rom.6:14, 1 Pedro 1:13).
30. Las iglesias evangélicas hoy,
en general, han invertido este orden y anuncian la gracia a los
pecadores no arrepentidos, y la ley a los creyentes.
De este error surgen dos males opuestos que describiré en
seguida. En las iglesias evangélicas hoy, en general, donde se
detecta uno de estos males, a menudo se propone el otro mal como
su remedio, mientras en realidad ambos son males muy grandes:
31. "La gracia barata" es
el mal que surge de anunciar la gracia a los pecadores no
arrepentidos.
No es bíblico decir que el Señor perdona todos nuestros
pecados, independientemente de si estamos verdaderamente
arrepentidos o no (Luc.13:3). No es bíblico decir que la
salvación no cueste nada (Mat.16:24-25, Mat.13:44-46). Esta
prédica produce pecadores no arrepentidos que vienen a Dios para
decir "Librados somos, para seguir haciendo todas estas
abominaciones" (Jer.7:8-11).
32. "El yugo de los
fariseos" es el mal que surge de anunciar la ley a los
creyentes nacidos de nuevo.
No es bíblico medir la santidad de un cristiano según su
conformidad con reglamentos exteriores (tales como la frecuencia
de su asistencia al culto, la cantidad de sus ofrendas, etc.) -
Vea Mat.15:7-9.
Esta prédica hace que los cristianos "caigan de la
gracia" (Gál.5:4) y vuelvan a dudar de su salvación; los
incentiva a volver a vivir en sus propias fuerzas en vez de vivir
en la fuerza del Señor; así los somete bajo un yugo que no
pueden cumplir, y trae una condenación falsa a sus vidas.
Por el otro lado, esta prédica hace que los pecadores no
arrepentidos que están en la iglesia, empiecen a actuar como si
fueran cristianos, cumpliendo con los requisitos externos,
mientras su corazón permanece sin arrepentirse. De esto resulta
tal confusión que es casi imposible distinguir entre los
cristianos verdaderos y los cristianos falsos en la iglesia.
33. También es el "yugo de
los fariseos", ejercer control sobre el comportamiento de
los miembros de la iglesia, con reglamentos y procedimientos
disciplinarios acerca de asuntos exteriores y mandamientos
humanos; o ejercer el mismo control con amonestaciones y amenazas
personales.
Esta clase de "cuidado pastoral" impide el desarrollo
de la consciencia de los cristianos, y los mantiene
permanentemente en la inmadurez.
(vea No.61 y 62 sobre
disciplina eclesiástica)
34. En la iglesia del Nuevo
Testamento, cuando existía pecado en la iglesia, este pecado era
descubierto, lo que llevaba al arrepentimiento (o, en caso
contrario, al castigo de Dios); y en ambos casos, llevaba al
temor de Dios. (Hechos 5:1-11, 8:18-24, Gál.2:11-14)
Se consideraba normal que un incrédulo, si por casualidad
entraba en una reunión de cristianos, era enseguida convencido
de su pecado (1 Cor.14:24-25).
35. En las iglesias evangélicas
hoy, en general, el pecado continúa sin ser descubierto; y aun
cuando es descubierto, no se produce un verdadero
arrepentimiento.
En las iglesias sucede el robo, la estafa, el abuso sexual,
el adulterio. La mentira y la calumnia ya son considerados
normales. No sucede la obra sobrenatural de Dios para descubrir
el pecado y traer convicción. Esta es una señal de que la
iglesia en conjunto se ha apartado muy lejos de la voluntad y los
estándares de Dios.
V) Sobre algunos aspectos del funcionamiento de la iglesia
36. En las reuniones de la iglesia
del Nuevo Testamento, "cada uno tiene" algo para
edificar a sus hermanos (1 Cor.14:26).
En las iglesias evangélicas de hoy, en cambio, la mayoría es
pasiva en las reuniones y no tiene ni la iniciativa ni la
posibilidad de contribuir algo. Incluso en aquellas iglesias que
enfatizan la obra del Espíritu, se enfatizan solo unos pocos de
los dones espirituales, y se da poca o ninguna oportunidad al
creyente promedio de realmente ejercerlos.
37. En la iglesia del Nuevo
Testamento había "sencillez del corazón" (Hech.2:46)
y transparencia (1 Juan 1:6-7), apoyo mutuo (Hech.2:32) y amor no
fingido (1 Pedro 1:22).
En las iglesias evangélicas de hoy, en general, no hay esta
comunión verdadera entre creyentes; en cambio parece más
importante mantener la apariencia exterior y el
"status".
38. Las iglesias evangélicas de
hoy, en general, tienen una tendencia de dividirse más y más en
denominaciones y facciones diferentes. La causa más profunda de
estas divisiones, en la mayoría de los casos, es que "el
amor se enfría" (Mat.24:12), y que no se trata con el
pecado en la manera correcta, bíblica.
Esta tendencia divisionista y denominacionalista está
también relacionada con la falta de comunión verdadera entre
creyentes.
39. En la iglesia del Nuevo
Testamento, los cristianos confesaban sus pecados unos a otros
(Stgo. 5:16).
En las iglesias evangélicas de hoy, en general, o no se
confiesan los pecados en absoluto, o existe una estructura
vertical como en la iglesia católica, donde todos confiesan al
pastor pero el pastor no confiesa a nadie (excepto a su líder
superior); y el pastor aconseja a todos pero nadie puede
aconsejar al pastor. Por tanto, particularmente los líderes no
son transparentes y no rinden cuentas ante la congregación, y no
hay una comunión verdadera, profunda entre hermanos.
40. La iglesia del Nuevo Testamento
invertía sus finanzas en la ayuda a los hermanos necesitados, y
en el apoyo a los predicadores a tiempo completo. (Hechos 2:45,
4:34-35, 1 Cor.9:14, 2 Cor.8:14-15, Gál.2:10, Gál.6:6, Ef.4:28)
En otras palabras, todas sus inversiones eran en personas,
no en cosas materiales (puesto que las cosas materiales perecen,
pero las personas son eternas). Especialmente no invertían nada
en construcciones o locales de reunión, porque se reunían en
lugares públicos y en sus propias casas.
41. Las iglesias evangélicas de hoy, en general, se imponen a sí mismas una carga muy pesada de finanzas, fuerzas y tiempo, por causa de sus obras de construcción. Entonces estos recursos le hacen falta a la verdadera obra del Señor.
42. Los cristianos del Nuevo
Testamento abrían sus casas para visitas y reuniones, y para
maestros itinerantes; eran conocidos por su hospitalidad. (Hechos
2:46, 5:42, Rom.16:23, 1 Cor.16:19, Col.4:15, Flm.2, Heb.13:2, 1
Pedro 4:9, 3 Juan 5-10)
Muchos miembros de las iglesias evangélicas hoy no tienen la
confianza de abrir sus casas a otros hermanos, ni de ir a la casa
de un hermano. Esto señala una falta de hospitalidad, y una
falta de comunión y confianza verdadera entre hermanos.
43. Ninguna organización humana es
idéntica con "la iglesia", y ninguna persona humana
puede llamarse "cabeza de iglesia". La iglesia es del
Señor y de nadie más.
Por tanto, es en contra de la Palabra de Dios si un pastor,
una congregación local, o una denominación, se atribuye algún
derecho exclusivo sobre las personas que se congregan con ellos
("mi iglesia", "mis ovejas"). La conversión,
entrega y lealtad de un cristiano es hacia Cristo, no hacia una
denominación o un líder humano (1 Cor. 1:12-17, 3:4-9, 1 Pedro
5:3).
Las organizaciones humanas son imperfectas, siempre introducen
cierto grado de error, y siempre contienen a cierto número de
miembros no nacidos de nuevo.
44. El problema del denominacionalismo no se soluciona con simplemente salir de las denominaciones existentes, porque así solo se crean nuevas denominaciones que a su vez están en competencia con las existentes. - Tampoco se soluciona con quedarse "sin iglesia", porque el cristiano necesita la unión y comunión con los demás miembros del cuerpo de Cristo. - Solo se solucionará cuando la iglesia vuelva a vivir la vida cristiana del Nuevo Testamento.
VI) Sobre el liderazgo de la iglesia
45. La iglesia de Cristo no es una
dictadura (2 Cor.1:24, 1 Pedro 5:2-3). Los líderes de la iglesia
de Cristo son puestos para servir a los miembros (Luc.22:24-27).
No cada palabra del líder es "voz de Dios".
Muchas iglesias evangélicas hoy son dictaduras. Líderes
avergüenzan a los miembros calculadamente, para conseguir que se
sometan a sus caprichos. Ejercen una autoridad falsa, por medio
de la manipulación y las amenazas, a menudo abusando del nombre
de Dios para conseguir sus propios propósitos. Enseñan, de
manera explícita o implícita, que un cristiano puede escuchar
la voz de Dios solo por medio de sus líderes.
De un líder que gobierna según su propio capricho, no se puede
decir que fue puesto por Dios ni que representa la voz de Dios.
46. La iglesia de Cristo no es una
democracia. Le corresponde a Dios, no al hombre, llamar y colocar
a los líderes (Juan 15:16, Hechos 20:28, Ef.4:11).
Muchas iglesias evangélicas hoy eligen a sus líderes según
criterios carnales; una mayoría de impíos elige a líderes
impíos. De estos líderes tampoco se puede decir que sean
puestos por Dios, porque están en sus puestos en contra de la
voluntad de Dios.
47. La iglesia de Cristo es
dirigida por una pluralidad de líderes.
El Nuevo Testamento no menciona ninguna iglesia local que
hubiera sido dirigida por una sola persona. En cambio, se
mencionan muchas iglesias dirigidas por un equipo plural (Hechos
13:1, 14:23, 15:4.6, 20:17, Fil.1:1, 1 Tes.5:12-13, Tito 1:5,
Hebr.13:7), y una variedad de ministerios (Ef.4:11-12).
48. En el Nuevo Testamento, las
personas con autoridad espiritual se reconocen por el hecho de
que conocen personalmente a Jesucristo y están cerca de El; y
por el hecho de que son ejemplos de los creyentes con su vida.
Las iglesias evangélicas hoy, en general, tienen criterios
equivocados de autoridad, como por ejemplo:
Ninguno de los mencionados es un criterio bíblico de autoridad espiritual. Por tanto, muchos de los que actualmente lideran las iglesias, no son aquellos que deberían ser líderes según los criterios bíblicos.
49. En el Nuevo Testamento, las
palabras "pastor" (cuando se refiere a un líder de una
iglesia local), "anciano", y "obispo", son
sinónimos (Hechos 20:17.28, Tito 1:5-7, 1 Pedro 5:1.4).
No existen "pastores sobre ancianos" ni
"obispos sobre pastores".
(Timoteo y Tito no eran "pastores" locales, sino
ejercían un ministerio apostólico o "co-apostólico"
(regional) como encargados y sucesores de Pablo. - Vea Tito 1:5
"en cada ciudad".)
50. De los 5 ministerios mencionados en Ef.4:11, las iglesias evangélicas hoy, en su práctica general, reconocen solamente el ministerio de "pastor", y este todavía lo malentienden porque ponen a un solo pastor sobre una iglesia local, lo que no es bíblico. (vea arriba No.47) Por tanto, el pueblo de Dios está espiritualmente malnutrido.
51. La iglesia de Cristo es
gobernada por consenso (Mat.18:19-20, Hechos 15:22.28).
El consenso como se describe en estos pasajes, no es un
acuerdo mutuo entre diferentes opiniones humanas. Más bien es la
armonía que surge cuando todos los líderes buscan sinceramente
la voluntad de Dios (vea Hechos 13:1-3), y así llegan a una
decisión unánime. Para llegar a esta clase de consenso, se
requiere la obra sobrenatural de Dios quien guía a cada uno.
52. Las iglesias evangélicas hoy, en general, no llegan a esta clase de consenso porque no buscan seriamente la voluntad de Dios; y porque algunos de sus líderes ni siquiera han nacido de nuevo. Por tanto, se dejan guiar por decisiones humanas en vez de la voluntad de Dios. Esta falta de consenso es otra señal de que las iglesias y su liderazgo se han apartado muy lejos de los estándares de Dios.
53. Donde el liderazgo obstaculiza la vida espiritual o es indiferente hacia ella en vez de animarla, allí no se trata de un verdadero liderazgo espiritual.
La vida espiritual es obstaculizada donde ...
Donde un liderazgo actúa en la manera descrita, o parecida, un cristiano NO tiene NINGÚN deber de obedecer o someterse a este liderazgo. (Hechos 5:29)
Vea también acerca de este punto: ¿Someteos a vuestros pastores? - Un breve análisis de Hebreos 13:17.
54. En el Nuevo Testamento no
existe ninguna autoridad de liderazgo humano más allá de la
iglesia local, excepto el ministerio apostólico.
(Los ministerios de profeta, evangelista y maestro pueden
tener un alcance regional, pero no ejercen autoridad de liderazgo
sobre las iglesias.)
55. Las iglesias evangélicas hoy, en general, levantan estructuras apostólicas (presbiterios, sínodos, juntas regionales y nacionales de una denominación, etc.) sin siquiera haber aclarado si el ministerio apostólico sigue existiendo en nuestro tiempo; ni mucho menos haber aclarado cuáles serían los requisitos para que alguien asuma un ministerio apostólico. Por tanto, tienen estructuras de liderazgo sin un fundamento doctrinal, y ocupan estas estructuras con personas que no cumplen requisitos bíblicos para la función que ejercen.
56. Todos los cristianos son sacerdotes. (1 Pedro 2:5.9, Apoc. 1:6, 5:10, 20:6 - estas son las únicas referencias donde se usa la palabra "sacerdote" referente a cristianos, y todas se refieren a la totalidad de los cristianos.) Ningún cristiano necesita a un sacerdote (mediador) aparte de Jesucristo, para acercarse a Dios (1 Tim.2:5, Hebr.4:14-16, 10:19-22). Por tanto, es antibíblico y blasfemia si un líder cristiano se atribuye a sí mismo privilegios sacerdotales sobre otros cristianos. Los mismos apóstoles nunca se atribuían a ellos mismos tales privilegios.
57. La posición de "ministro
ordenado" no existe en el Nuevo Testamento.
Los líderes fueron reconocidos por su autoridad espiritual
evidente (vea No.48 arriba), no por un acto de
"ordenación". Nadie se "convierte en
ministro" por un acto de ordenación; sino la iglesia
reconoce a aquellos que ya son "de buen testimonio,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría" (Hech.6:3).
- En el Nuevo Testamento sí existían "ancianos", y
existían los cinco ministerios mencionados en Efesios 4:11; pero
ambos eran muy distintos de lo que se entiende hoy con un
"ministro ordenado".
(Los únicos pasajes del Nuevo Testamento que podrían ser
interpretados en el sentido de una "ordenación", son
las referencias a la "imposición de manos" en 1
Tim.4:14, 5:22, y 2 Tim.1:6. Pero estos pasajes hablan
simplemente de un "don" que fue impartido. Si algunos
los interpretan en el sentido de una "ordenación", es
porque ya están influenciados por el concepto católico-romano,
vea el siguiente No.58.
- En el Antiguo Testamento se ordenaron sacerdotes; pero esto no
se puede aplicar a la iglesia del Nuevo Testamento, porque en la
iglesia todos son sacerdotes; vea arriba No.56.)
58. El concepto actual de un
"ministro ordenado" proviene del sacramento de
ordenación en la iglesia católica, que separa al
"clero" de los "laicos" y excluye a los
"laicos" del ministerio del Señor (mientras
Ef.4:12 declara que es tarea de los "ministros",
preparar a todos los cristianos para que hagan "la obra del
ministerio"). Por tanto, las iglesias evangélicas hoy, en
general, comprenden el "ministerio" todavía mucho más
en términos católico romanos que en términos bíblicos.
Otra raíz de este concepto erróneo se encuentra en el
curanderismo, con la creencia de que el "ministro", por
ser "ordenado", tenga ciertos poderes místicos que los
otros creyentes no tienen.
Por todo esto, muchos de los "ministros",
"pastores" y "líderes" actuales obstaculizan
o desaniman efectivamente la obra de Dios, más de lo que la
impulsan. Esto sucede porque estos líderes se hacen
indispensables, y esto impide que los "laicos" puedan
ministrar con eficacia y autoridad. Los "laicos"
permanecen inmaduros y dependientes.
59. La administración de la Cena
del Señor y del bautismo no se asocia en ninguna parte del Nuevo
Testamento con una determinada posición de liderazgo o de
ministerio.
La Cena del Señor en particular, es la continuación de la
Pascua judía, y se celebraba en las casas igual que la Pascua
(Hech.2:46); por tanto es de asumir que la Cena del Señor fue
administrada, igual que la Pascua, por el padre de la familia.
En cuanto al bautismo, el apóstol Pablo fue bautizado por
Ananías (Hech.22:16), quien no era ni apóstol ni anciano, sino
un simple "discípulo", "varón piadoso".
Pablo mismo declara que no fue enviado a bautizar, entonces
fueron otros quienes bautizaban a los convertidos por Pablo (1
Cor.1:13-17). La Gran Comisión del Señor a todos Sus
discípulos (Mat.28:18-20) incluye la orden de bautizar.
(No podemos decir que este mandamiento se dirigía solo a los
apóstoles, puesto que se extiende "hasta el fin del
mundo"; y los apóstoles son encargados de "enseñarles
que guarden todas las cosas que os he mandado", lo que
seguramente incluye este mismo mandamiento de bautizar.)
La conclusión lógica es que el Nuevo Testamento no impone
ninguna restricción en cuanto a los cristianos que pueden
administrar la Cena del Señor o bautizar. Estas funciones son
parte del sacerdocio general de todos los cristianos.
60. Las iglesias evangélicas hoy, sin embargo, no están en la condición de practicar este sacerdocio general, porque muchos de sus miembros no son cristianos verdaderos; y aun entre los cristianos verdaderos hay muchos que no son capaces de discernir en otros lo que es una conversión verdadera. Por tanto, el sacerdocio general no se podrá practicar realmente mientras la iglesia no se haya reformado realmente.
61. En la iglesia del Nuevo Testamento, la disciplina eclesiástica se aplicaba a personas que no se arrepentían de su pecado (1 Cor.5:1-5, 5:11, 6:9-10), con la finalidad de llevarlos al arrepentimiento y a la restauración, si fuera posible (2 Cor.2:6-11, 7:8-11).
62. En muchas iglesias evangélicas
hoy, se aplica una disciplina eclesiástica torcida, que sirve
para manipular y amenazar a los miembros, para que se conformen
con las exigencias de los líderes.
Se aplica "disciplina" no por las razones bíblicas,
sino para callar a los que contradicen o critican a un líder
(por más justificada que sea la crítica), etc. En demasiados
casos, si alguien descubre un pecado de un líder que realmente
merece disciplina, no se disciplina al líder pecador, sino a la
persona que descubrió el pecado.
VII) Sobre cosmovisión cristiana
63. La Palabra de Dios se aplica a
todas las esferas de la vida, del conocimiento, y de la sociedad
(Salmo 24:1).
La Biblia nos presenta no solo un sistema religioso, sino una
cosmovisión entera, o sea, un "paradigma" para
interpretar la totalidad de la vida y del mundo.
64. Las iglesias evangélicas hoy,
en general, aplican la Palabra de Dios solamente a la vida
eclesiástica (y algunos a la vida privada), pero no a la vida en
general. Por tanto, la iglesia perdió su función de
"sal y luz" en el mundo.
Muchos miembros de iglesias evangélicas no aplican la Palabra de
Dios ni siquiera a su vida privada, aparte de las actividades de
la iglesia. Por tanto, no son ningún testimonio del Señor ante
el mundo.
65. No pueden existir dos verdades,
como p.ej. una "verdad religiosa" y otra "verdad
científica", que se contradigan entre ellas.
La verdad es una sola. Por tanto, si una supuesta
"verdad científica" (establecida por hombres falibles)
contradice a una verdad bíblica (establecida por el Dios
infalible), la "verdad científica" tiene que ser
equivocada y tiene que someterse a la Palabra de Dios.
66. Los líderes y miembros de las
iglesias evangélicas hoy, en general, tienen una mente dividida.
Mientras aceptan la verdad infalible de la Biblia en asuntos de
religión, siguen "verdades" humanas falibles en
asuntos de ciencias, política, educación, psicología,
sociología, trabajo, etc. Por tanto, tienen conceptos muy
erróneos en estas áreas. Puesto que consideran estas áreas
como "seculares", reciben sin crítica las enseñanzas
de los profesionales en estas áreas, y no examinan estas
enseñanzas desde la Palabra de Dios. Así permiten que desde
allí entren toda clase de enseñanzas falsas a las iglesias.
Las propuestas políticas, educativas, sociales, etc. de las
iglesias evangélicas de hoy, en general, no tienen ninguna base
bíblica, y a menudo aun contradicen la Biblia.
67. El Reino de Dios es donde Dios gobierna, o sea, donde se cumple la voluntad de Dios. La iglesia no es el reino de Dios, pero debe representarlo por medio del estilo de vida de sus miembros. (Las iglesias evangélicas de hoy, en general, no hacen ni siquiera esto.) Puesto que Dios gobierna sobre todas las esferas de la vida y de la sociedad, su reino debe ser representado también en las esferas de ciencias, política, educación, trabajo, etc; enseñando y practicando principios bíblicos que se aplican a estas esferas.
VIII) Sobre educación cristiana
68. El lugar primario de la educación es la familia, y los responsables primarios de la educación de los niños son los padres. (Deut.6:4-7, Sal.78:5-8, Prov. 1:8-9, 4:1-4, Ef.6:4)
69. En las iglesias evangélicas
hoy, en general, los padres descuidan esta responsabilidad hacia
sus hijos, y los líderes no les ayudan ni les animan a asumir
esta responsabilidad.
Las iglesias evangélicas hoy, en general, pusieron en lugar
de la familia la Escuela Dominical. Con llevar a cabo casi todos
sus programas en grupos separados por edades, las iglesias
dividen las familias en vez de unirlas.
70. La escuela no es ningún
mandato bíblico.
Dentro de los mandatos bíblicos para la sociedad, la escuela
pertenece a la esfera de la familia, y no del gobierno ni del
estado (vea arriba No. 68).
La Biblia no permite a un padre cristiano encargar a un profesor
inconverso con la educación de sus hijos. (2 Juan 9-11)
71. Las iglesias evangélicas hoy, en general, se sometieron bajo la influencia mundana de la escolarización secular, y permiten que sus niños sean educados por profesores incrédulos y mundanos.
72. La mejor edad para convertirse
es la niñez. (Prov.22:6, Ecl.12:1, Marc.10:14-15, Hechos 2:39)
Por tanto, nuestros esfuerzos evangelísticos deben
concentrarse mucho más en los niños; dando prioridad a aquellos
niños que ya vienen a la iglesia porque sus padres son
cristianos.
73. El hijo de un cristiano no es
automáticamente un cristiano. Al contrario, la Biblia dice que
el niño nace en pecado (Sal.51:5, Rom.3:23, 5:12) y necesita
nacer de nuevo para ser salvo.
Las iglesias evangélicas hoy, en general, tratan a los hijos
de cristianos como si ellos mismos también fueran cristianos; y
por tanto no los evangelizan. De esta manera, los niños son
engañados acerca de su verdadero estado espiritual; y a la vez
son sometidos a normas de conducta cristiana que nunca pueden
cumplir, porque no son regenerados. De esta manera, a menudo
resulta más dificil para el hijo de un cristiano convertirse,
que para el hijo de un incrédulo.
IX) Sobre la preparación para el ministerio
74. La formación de un verdadero
siervo del Señor sucede en la presencia de Dios mismo; el
verdadero siervo del Señor aprende más de Dios mismo que de
personas humanas (Juan 6:45, 14:26, Gál.1:15-16, 1 Juan 2:27).
La preparación más importante para el ministerio es estar
mucho tiempo con el Señor. (Marcos 3:14, Hechos 4:13)
75. La formación de un verdadero siervo del Señor sucede también por medio del ejemplo de otros verdaderos siervos del Señor, y por medio del ministerio práctico. (1 Cor.11:1, 1 Tes.1:6-7, 2 Tim.3:10-11)
76. Los grados y títulos
académicos son una motivación equivocada de prepararse para el
ministerio.
Los estudiantes que con esta motivación se
"preparan", adquieren solo conocimientos teóricos, y
el conocimiento envanece (1 Cor. 8:1b).
77. Un buen número de estudiantes
en los institutos bíblicos hoy no han nacido de nuevo, ni mucho
menos tienen un llamado al ministerio.
En consecuencia, aun de los pastores y ministros no podemos
estar seguros si realmente han nacido de nuevo.
78. Aquellos cristianos que
realmente tienen un llamado al ministerio, a menudo no encajan en
los institutos bíblicos actuales.
Pueden no ser inclinados hacia el estudio intelectual, y por
tanto tendrán dificultad de cumplir con los requisitos
académicos.
Pueden ser personas innovadores, y por tanto no encajarán en un
entorno rígido y reglamentado.
Pueden sufrir mucha incomprensión de parte de sus profesores y
compañeros que no comparten su celo por el Señor.
Pueden percibir que el ambiente de un instituto bíblico no es
sano espiritualmente, y por tanto no consideran ser preparados
allí.
79. La formación de un verdadero siervo del Señor debe empezar a temprana edad (1 Sam.1:24-28, Prov.22:6, 2 Tim.3:14-15).
80. Las iglesias evangélicas hoy, en general, descuidan el ministerio con niños y descartan completamente el potencial de los niños para el ministerio. De esta manera, las iglesias están echando a perder a casi todos sus líderes futuros, y se quedan con líderes mediocres.
81. La formación de un verdadero
siervo del Señor no sucede según moldes humanistas, ni con un
entrenamiento en formas exteriores.
Las iglesias evangélicas y sus instituciones educativas hoy,
en general, siguen la idea humanista de que la educación mejora
al hombre. (Los antiguos filósofos griegos ya tenían esta idea,
y el apóstol Pablo los refuta decididamente, Rom.1:21-24, 1
Cor.1:18-31) Bíblicamente, lo único que mejora al hombre es el
nuevo nacimiento y la obra del Espíritu Santo en el cristiano
(Rom.8:7-14, 2 Cor.3:18, Fil.2:12-13, 3:7-11).
82. Los institutos bíblicos existentes, en general, no preparan a sus estudiantes para el ministerio espiritual. En lugar de ello, los preparan para el funcionamiento "correcto" de organizaciones humanas, y les enseñan métodos humanos.
83. Muchos "maestros"
cristianos no buscan a Dios ellos mismos; solo copian enseñanzas
de otros maestros. Entonces enseñan cosas que no tienen
autoridad verdadera de enseñar, porque sus enseñanzas no son
una realidad en su propia vida.
No siguen la regla de Pablo quien "no osaría hablar
sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí"
(Rom.15:18). Estos maestros no son maestros verdaderos. Por
tanto, tenemos en las iglesias mucha predicación y enseñanza
que es "doctrinalmente correcta", pero espiritualmente
muerta, y por tanto no da fruto.
84. Un avivamiento consiste en un regreso de la iglesia hacia su estado original, como fue diseñado por Dios y está descrito en el libro de Hechos y las cartas de los apóstoles. (Apoc.2:5, 3:2-3)
85. Un avivamiento es obrado por Dios, no por los hombres. A los hombres (incluido los líderes más influyentes) nos corresponde someternos al mover de Dios, no mandarle como El debe moverse. (Rom.9:15-16, 1 Cor.3:5-9, 2 Cor.1:24)
86. Un avivamiento empieza con un
arrepentimiento profundo dentro de la iglesia. (Apoc.2:5.16,
3:3.17-20)
Avivamiento sucede cuando la iglesia se da cuenta de cuán
lejos ha caído en comparación con la primera iglesia, y se
arrepiente de su apostasía, y cuando primero los miembros de las
iglesias se convierten de verdad y nacen de nuevo.
87. Los avivamientos históricos resultaron generalmente en reuniones grandes y emocionantes, conversiones de grandes multitudes, y una transformación de la sociedad entera. Sin embargo, todo esto son solo frutos posteriores de un avivamiento, pero no son su esencia. (Compare Hechos 2:38 con 2:42-47.) Su esencia es el arrepentimiento dentro de la iglesia, y el regreso de la iglesia hacia el estado primero como Dios lo diseñó.
88. Las iglesias evangélicas hoy,
en general, o no buscan avivamiento en absoluto, o tienen un
concepto errado de ello.
Muchos confunden "avivamiento" con sucesos externos,
con eventos organizados, con planes de crecimiento de iglesias,
con un estilo particular de alabanza, etc. - mientras nada de
esto tiene que ver con un verdadero avivamiento. Aun más errados
están aquellos que creen que un avivamiento se conformará a los
moldes y las tradiciones de su propia denominación particular.
Por tanto, estas iglesias están en un peligro muy grande de
seguir tras un "avivamiento" falsificado, cuando este
se presente. (2 Tes.2:11-12, 2 Cor.11:13-15.20)
89. Cada iglesia (entendida como organización humana) tiene la tendencia natural de enfriarse espiritualmente hasta apostatar de la fe. (Hechos 20:29-30, 2 Tes.2:3) Las iglesias evangélicas hoy, en general, ya han avanzado peligrosamente en este camino del enfriamiento. Solo un avivamiento puede contrarrestar esta tendencia.
90. Las iglesias evangélicas de
hoy, en general, se encuentran en un tal proceso de apostasía.
El proceso de apostasía como se observó en Europa después
de pasar los efectos de la Reforma, sucede ahora en Perú en una
forma paralela.
Sus pasos se pueden describir de esta manera:
Actualización
(2011): La unión entre iglesias evangélicas y el movimiento ecuménico ahora ya se ha oficializado a nivel mundial. En junio de 2011, la Alianza Evangélica Mundial entró en un acuerdo con el CMI y con el Vaticano, en cuanto a su política de evangelización y misión. Esto después de cinco años de diálogo intensivo tras puertas cerradas. Vea detalles en este artículo. |
91. Los avivamientos históricos comenzaron en tiempos de "sequía espiritual", cuando algunos cristianos verdaderos se juntaban para implorar desesperadamente a Dios por un avivamiento.
92. La tragedia de la iglesia evangélica de hoy consiste en que actualmente sufre de una tal sequía espiritual, pero no está consciente de ello, ni se arrepiente, ni clama por avivamiento (Apoc.3:1-2, 3:17-20).
93. Los avivamientos históricos
comenzaron con grupos "avivados" dentro de las iglesias
existentes; pero casi siempre fueron rechazados por las iglesias
existentes, lo que llevó a conflictos y a la separación.
- Alguno ejemplos:
94. Las iglesias evangélicas de hoy, en general, están en el peligro muy grande de ser ciegos frente a un avivamiento genuino cuando se presente, y de rechazarlo porque no se ajustará a sus moldes denominacionales. Los protagonistas de un avivamiento venidero tendrán que contar con sufrir rechazo y hasta persecución de parte de los líderes de las iglesias evangélicas actualmente existentes. (Juan 16:2)
95. El juicio de Dios comienza por
su iglesia (1 Pedro 4:17).
En la situación actual, analizándola desde las Escrituras,
tenemos que concluir que el juicio de Dios sobre la iglesia es
inminente. Por el otro lado, Dios no quiere la muerte del impío
(Ez.33:11); El quiere arrepentimiento y avivamiento. Pero todo
depende de cómo responderemos nosotros, la iglesia, al llamado
de Dios.
Comentario de edición: Por medio de un comentario de un lector, entendí que la versión original del llamado final que sigue, se centraba únicamente en la intercesión y pasaba por alto otros aspectos importantes. Por tanto, sigue ahora una versión revisada (junio de 2011). |
Si estas observaciones son ciertas, entonces las iglesias evangélicas de hoy se encuentran a una distancia de miles de kilómetros de la iglesia primitiva. ¿Debemos simplemente conformarnos con esta situación y decir: "Así son los tiempos, y no podemos cambiarlo"? Mi respuesta es: ¡¡DE NINGUNA MANERA!!
¿Me permites hablarte directamente por unos momentos, hermano, hermana, que estás leyendo esto? La situación es más seria de lo que piensas. Cuando el pueblo que se llama según el nombre de Dios, no vive según los caminos de Dios y no se arrepiente, entonces viene un juicio sobre este pueblo - no solamente en el Antiguo Testamento, también en el Nuevo (vea 1 Pedro 4:17, Apocalipsis 2:5 y 3:19).
Si hasta ahora has seguido simplemente las tradiciones y costumbres de tu iglesia, sin examinarlas con las Escrituras, entonces ya no demores en hacer esta examinación, y haz los cambios necesarios. ¿Puede tu iglesia realmente llamarse "iglesia cristiana", según los criterios de las Escrituras? ¿Corresponde ella al cuadro que el Nuevo Testamento dibuja de la primera iglesia?
Por el otro lado, si ya estás consciente de la problemática,
entonces no guardes este entendimiento para ti mismo. Pablo
escribe al joven Timoteo, después de predecir una tal situación
de apostasía general:
"Anuncia la palabra, acércate en tiempo oportuno e
inoportuno, amonesta, reprende, anima, en toda longanimidad y
enseñanza. (...) Pero tú sé sobrio en todo, soporta las
maldades, haz la obra de un evangelista, cumple tu
servicio." (2 Timoteo 4:2.5)
Pongamos nuevamente la plena autoridad de la Palabra de Dios
en alto, por encima de todas las teologías, tradiciones
eclesiásticas, y líderes (por más "ungidos" que
sean). Dejemos que esta Palabra cuestione también nuestras
propias queridas tradiciones radicalmente; y pongamos nuestras
vidas en acuerdo con ella. "Por tanto, ¡acuérdate
de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete!" (Apocalipsis 3:3)
No tomemos tampoco nuestra propia salvación tan rápidamente por
asegurada. ¿Realmente hemos experimentado el Nuevo Nacimiento
dado por Dios, con convicción del pecado, arrepentimiento y fe?
¿O hemos seguido simplemente una ceremonia religiosa?
"Examínense siempre a ustedes mismos si están en la fe;
¡pruébense a ustedes mismos!" (2 Corintios 13:5)
Si llegaste a la convicción fundamentada de que realmente
perteneces a Jesús, entonces te ruego que "andes
como él anduvo" (1 Juan 2:6). No en una
religiosidad fabricada por ti mismo y tus propios esfuerzos; pero
en una santidad verdadera que da Dios por el Espíritu Santo.
¿Qué clase de personas busca Dios en un tal tiempo, cuando se acerca Su juicio?
"Y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano, y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. - Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo..." (Ezequiel 9:3-6)
En lugar de "Jerusalén" y "templo", hoy en día tenemos que decir "iglesia". Si aun en la iglesia suceden cosas que son abominación ante Dios, ¿en qué se reconocen aquellas personas que realmente pertenecen a Dios? - Por un lado, por supuesto, en que ellos mismos no participan en estas abominaciones. Pero además, en que ellos no se quedan indiferentes ante esta situación: "gimen y claman" por ella. En primer lugar, seguramente lo hacen porque su propio corazón se duele de ello. Pero creo que es aun más. Creo que estas personas imploran también a sus prójimos a que vuelvan a Dios. Y creo que también claman a Dios para que El intervenga, para que Su nombre ya no sea blasfemado entre los hombres, por culpa de un pueblo que se llama "pueblo de Dios" sin serlo. (Vea Romanos 2:24). Que Dios intervenga, sea llevando a este pueblo al arrepentimiento - o en caso contrario, ejecutando Su juicio justo.
En este contexto veo también los pasajes siguientes:
"...Todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra." (Isaías 62:6-7)
"Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese..." (Ezequiel 22:30)
¿Serás tú la persona que se pondrá en la brecha delante de Dios? ¿Hay en tu corazón un clamor y un anhelo por una iglesia pura, limpia, una novia digna de su Señor? - Si Dios ha abierto tus ojos para ver el estado de la iglesia, no demores más. Levántate, arregla tu vida ante Dios, implora a otros a hacer lo mismo, y clama al Señor por misericordia y avivamiento. Júntate con otros hermanos que tengan el mismo sentir.
Hijos del Altísimo - http://www.altisimo.net - |