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"La oración trae libertad" (Enseñanza dramatizada)

Base Bíblica:
"Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios." (2 Corintios 4:3-4)
"...Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron." (Lucas 24:31)
"...haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento ..." (Efesios 1:16-18)
El énfasis de esta enseñanza está en la oración por las personas que necesitan al Señor, como preparación de la evangelización. El hombre natural no puede reconocer al Señor; pero podemos orar por las personas que no le conocen para que el Señor abra sus ojos espirituales.

Necesitamos:
Un pañuelo
Un poco de algodón
Una soga

Personajes:
Un "cautivo" (representa a la persona que no conoce al Señor)
Un cristiano
El Señor Jesús
El maestro de la clase (da las explicaciones necesarias)

Empecemos!
Esta actividad puede servir de introducción a una enseñanza sobre la oración, especialmente la oración intercesora por las personas que no conocen a Jesucristo.
El pequeño drama lo pueden ensayar unos maestros con anticipación y presentarlo ante los niños. Una alternativa sería escoger a algunos niños como actores y explicarles en el mismo momento lo que tienen que hacer.

La persona que representa al cautivo tiene que sentarse adelante en una silla. El maestro le tapa los oídos con un poco de algodón, le venda los ojos con un pañuelo, le amarra con una soga a la silla, y le quita los zapatos. - La persona que representa al Señor Jesús tiene que pararse adelante, a unos dos o tres metros del cautivo. - La persona que representa al cristiano tiene que acercarse al cautivo y tratar de hablarle acerca de Jesús. Entonces el drama se desarrolla más o menos en la forma siguiente:

Cristiano (hablando al cautivo): ¿Tú conoces a Jesucristo? ¡El te puede ayudar! Ven a él, y él te va a dar una nueva vida.
Cautivo: (no reacciona.)
Maestro (al cristiano): ¿No te das cuenta? El no te puede escuchar. Solo Jesús puede abrirle sus oídos.
Cristiano (volviéndose hacia Jesús): Señor Jesús, por favor, ¡abre los oídos de mi amigo, para que me escuche!
Jesús: (se acerca al cautivo y quita el algodón de sus oídos, después vuelve a su lugar.)
Cristiano (hablando nuevamente al cautivo): ¿Me escuchas ahora? ¡Jesucristo te puede ayudar! Ven a él, y él te va a dar una nueva vida.
Cautivo: ¿Quién? ¿Dónde?
Maestro (al cristiano): El no puede ver nada. Solo Jesús puede abrir sus ojos.
Cristiano (volviéndose hacia Jesús): Señor Jesús, por favor, ¡abre los ojos de mi amigo, para que te pueda ver!
Jesús: (se acerca al cautivo y quita la venda de sus ojos, después vuelve a su lugar.)
Cristiano (hablando nuevamente al cautivo): Mira, allá está Jesús, el Hijo de Dios. El quiere ser tu amigo y darte una nueva vida. ¡Acércate a él!
Cautivo: (intenta levantarse, pero no puede.)
Maestro (al cristiano): Esto ya está mejor. Pero él todavía no puede acercarse a Jesús porque está amarrado.
Cristiano (volviéndose hacia Jesús): Señor Jesús, ¡suelta sus ataduras y hazle libre!
Jesús: (se acerca al cautivo y desata la soga, después vuelve a su lugar.)
Cristiano (hablando nuevamente al cautivo): ¡Eres libre! Ven a Jesús. El va a cambiar tu vida y perdonar todos tus pecados. Tú necesitas a Jesús.
Cautivo: (se levanta, mira sus pies desnudos y se vuelve a sentar.)
Maestro (al cristiano): Todavía no puede caminar así; ¡algo le falta!
Cristiano (volviéndose hacia Jesús): Señor Jesús, por favor, ¡ponle zapatos para que pueda caminar!
Jesús: (se acerca al cautivo y le pone sus zapatos, después vuelve a su lugar.)
Cristiano (hablando nuevamente al cautivo): ¡Ahora ven a Jesús! El te está esperando.
Cautivo: (se levanta, camina hacia Jesús, y Jesús le abraza.)

Explicación: Muchas personas alrededor nuestro necesitan al Señor Jesús. Pero cuando les hablamos acerca de él, a veces no nos entienden, o nos rechazan. Es que el enemigo les está atando para que no se acerquen a Jesús. Por eso tenemos que hacer algo más, aparte de hablarles: Tenemos que orar por ellos. Tenemos que pedir a Jesús que él mismo les haga entender.

Nota:
Con esta enseñanza estamos tocando un tema no tan fácil: ¿Cuál es el papel de Dios, y cuál es el papel del hombre, en la conversión? Muchos libros se han escrito sobre este tema, y grandes teólogos están en desacuerdo sobre algunos detalles de este asunto. Pero sin entrar en detalles, creo que podemos sostener los siguientes puntos:
- Es responsabilidad de nosotros como cristianos, hablar de Cristo a las personas que no le conocen. (Marcos 16:15-16, 2 Cor.5:18-20)
- Es también nuestra responsabilidad, orar por las personas que no conocen al Señor. (1 Tim.2:1-5)
- Es responsabilidad del Señor, convencer a las personas de su necesidad de salvación y abrir sus ojos espirituales. (Juan 16:8-11, Lucas 24:31, 2 Cor.4:6) Es Dios Padre quien atrae a las personas a Jesús (Juan 6:44): "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere". Una verdadera conversión puede suceder solamente como respuesta de una persona a una obra previa de Dios en su vida. (Vea también Hechos 2:47, 16:14)
- Es responsabilidad de la persona que escucha el Evangelio, responder al Señor y entregar su vida a El. Aunque la conversión es obra de Dios, es también una decisión personal. (Marcos 16:16, Juan 1:12, Hechos 17:30-31). (En el drama, aun después de ser libre, el cautivo podría haber decidido de caminar en la dirección opuesta, en vez de venir a Jesús.)


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