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Mi "experiencia del desierto"

Por Andrew Strom

En 1993 entré en un período de mi vida cristiana donde Dios obró de una manera muy profunda en mí. Esto fue acompañado por una comunión tan cercana con El como no lo había experimentado nunca antes, ni siquiera cuando fui bautizado en el Espíritu Santo unos años antes. Me encontraba por muchas horas simplemente soleándome en la presencia asombrosa de Dios, mientras lágrimas corrían por mi cara, mientras le contemplé nuevamente, en toda su majestad y santidad. Y seguí recibiendo el mismo mensaje: "¡El avivamiento viene!" - Yo había orado por avivamiento durante diez años, a menudo de manera agonizante. Este tiempo incluía siete años de "desierto" y quebrantamiento. Y de repente, ¡parecía que el cielo se había abierto!

Durante aquel tiempo, Dios empezó a unirme con muchos otros cristianos que habían pasado por un proceso similar al mío; cristianos proféticos que oraban, de todo tipo de transfondos. Y Dios les estaba hablando acerca de avivamiento a ellos también.

Yo estaba estudiando la historia de las reformas y de los avivamientos durante algunos años, y cuando entendí lo que Dios nos estaba diciendo aquí en Nueva Zelandia, empecé a escribir y publicar algunos pequeños libros acerca de este tema. Esto me trajo en contacto con cientos de grupos de oración, y cristianos individuales, a quienes Dios había mostrado cosas similares.

Básicamente, lo que Dios nos mostró es la llegada de una iglesia "basada en las calles", una "iglesia sin paredes", saturada de la gloria de Dios. Sin divisiones, sin paredes, sin denominaciones - nada que nos podría separar de la maravilla de Jesús. Un regreso al libro de Hechos. Dios purificará y ungirá a Su pueblo, y los sacará afuera a las calles, como en el inicio. Allí sucederan sanidades y milagros, cuando Dios establezca nuevamente los verdaderos ministerios de Efesios 4. Se predicará "Arrepentimiento" de manera penetrante, y habrá una enorme convicción del pecado; con miles de jóvenes reunidos en las calles. También surgirá una "nueva música" de alabanza, que glorificará a Dios hasta lo último.

Pero recordemos que las verdaderas reformas y los verdaderos avivamientos eran siempre los sucesos más revolucionarios, más controvertidos y más "violentos" de su tiempo. No esperemos otra cosa de lo que viene.

Cuando publico visiones tales como "la Novia que sale fuera de la cristiandad", me escriben muchos "cristianos sin iglesia" que se identifican con esto. Ellos ven en estas visiones a la gente que sale de las iglesias organizadas como las conocemos, para vivir en algo como un "desierto". Yo mismo pasé varios años en este ambiente de los "cristianos sin iglesia", y entiendo a esta gente. Pero les digo, la Novia está saliendo, no para ir a un "desierto". Ella está saliendo para ir a una "Tierra Prometida" de avivamiento; para demostrar la gloria de Dios ante el mundo. Esto NO es un movimiento de personas individuales que se apartan para estar "a solas con Dios". Es una emigración corporativa de las "catedrales" (y el sistema asociado con ellas) que mantenían cautiva a la iglesia durante siglos. De esto se trata en el "avivamiento en la calle": Dios nos junta afuera de las "cuatro paredes". Es el libro de Hechos que vuelve a suceder.

Todo este individualismo, el complejo de "anti-líder" y "anti-cuerpo", me preocupa en muchos "cristianos sin iglesia" que conocí. Muchos de ellos parecen tan "anti" que no querrán ser parte de nada, ni siquiera de un verdadero mover de Dios. Tienen una "mentalidad de desierto" y no pueden ver más allá. Quieren que todo el mundo esté "solitario" como ellos. Esto es lo que experimenté, y fui parte de este ambiente durante siete años.

Esto es lo que experimenté:

Yo fui criado en un ambiente cristiano por toda mi vida. Mi padre era un predicador bautista lleno del Espíritu, y también era un investigador y escritor acerca de los avivamientos (¡es una herencia familiar!). Entonces, cuando yo mismo fui lleno del Espíritu a la edad de 17 años, todos estos libros acerca de Finney, Wesley, Evan Roberts, 'Calle Azusa', etc. ya estaban allí esperándome. Así que yo estaba interesado en avivamiento y oración desde el mismo inicio de mi vida en el Espíritu. También recibí una fuerte unción profética, aunque no entendí mucho de ello al principio. (Me preguntaba qué estaba mal conmigo. ¿Por qué estaba yo tan desesperado y desilusionado acerca del estado de la iglesia, mientras los demás parecían estar tan contentos?) Felizmente tuve mis libros sobre avivamientos, donde pude ver que yo no estaba solo; que muchos cristianos a través de los siglos tenían las mismas preocupaciones. Pero a menudo me sentía muy solo. (Aparte de Dios por supuesto; El siempre estaba allí.)

Me involucré en varias iglesias; la más importante de ellas era un grupo pentecostal bastante radical. Con mi celo juvenil al testificar estuve bien allí; pero siempre tenía algún problema con los líderes. Simplemente no podía mantenerme callado en los momentos cruciales. Yo anhelaba tanto ver avivamiento, y yo hablaba muy francamente acerca de mis opiniones (ciertamente me faltaba sabiduría). También era muy legalista yo mismo en varios aspectos. Pero Dios me estaba entrenando y usando, a pesar de todo esto.

Pero después sucedió. Después de muchos choques y disputas menores, llegué a unas diferencias doctrinales bastante fundamentales (en mi opinión) entre mi persona y esta iglesia, y la abandoné para siempre. Pero en vez de buscar otra iglesia, mi esposa y yo nos unimos con unos amigos e intentamos comenzar nuestro propio grupo. Pero era obvio que la bendición de Dios no estaba con nosotros, y no vimos muchos resultados. Dios iba a enseñarme unas lecciones muy importantes.

Esto fue el comienzo de un período de SIETE AÑOS totalmente afuera del sistema eclesiástico, para mí y mi familia (desde mis veinte hasta los veintisiete años).

Durante todo este tiempo de desierto y pruebas, una cosa que nunca dejé eran mis tiempos de oración de noche. Estos tiempos eran tan bendecidos como siempre, pero a menudo esto fue la única actividad "espiritual" que yo tenía en mi vida. Todo lo demás parecía cerrado, vacío, muerto. Esto continuó por años. Yo SABÍA que no íbamos a volver a la iglesia, pero nada más sucedió. Cuando yo visitaba una iglesia, no había allí nada para nosotros. Todo fue desolación. Yo, que había sido la "máquina de testificar" más orgullosa, más bulliciosa, más estricta y más arrogante, fui quebrantado tanto que apenas soporté hablar de cosas espirituales con alguien. Algunos dirían que todo eso fue del diablo. Pero no fue así. DIOS me había llevado al desierto con un propósito, y El tenía su tiempo para llevarme de regreso. Yo estaba humillado y quebrantado, y cada onza de vida "religiosa" orgullosa en mí fue aniquilada, para que Dios pueda brillar a través de mí.

Durante este tiempo, poco a poco nos enteramos de que existía algo como una red de "cristianos sin iglesia" a través de toda Nueva Zelandia (y sin duda, en otros países también). Todos ellos habían salido de sus iglesias respectivas, y varios de ellos habían sido líderes. De vez en cuando los visitamos, y encontramos que existía incluso algo como "doctrinas de 'sin-iglesia'" entre ellos. Nosotros también asimilamos mucho de esta doctrina. Mucho de ello era más negativo que positivo: largas listas de lo que estaba mal con el sistema eclesiástico y con sus líderes, a veces con bastante sarcasmo, y con el alivio de que nosotros, los cristianos "verdaderos", habíamos por fin salido de todo eso. Yo participé alegremente en todo esto, alimentando mis propios resentimientos. Creíamos que la respuesta consistía en salir de todas las iglesias. Teníamos sospechas hacia cualquier cristiano que todavía estaba dentro del sistema - aun cuando se trata de alguien que vivía en oración y obviamente caminaba con Dios. Nuevamente habíamos caído en la arrogancia. Pero después de un tiempo, aun esto empezó a perder su sabor, y no pude disfrutarlo más. Todo era vanidad. ¿Cuándo por fin iba a moverse Dios?

Estuvimos involucrados en la música cristiana (mi esposa y yo somos ambos músicos), pero estábamos solamente esforzándonos en la carne durante este período. Estábamos como encarcelados por Dios, y no logramos NADA, hasta que aprendimos lo que El tuvo que enseñarnos. Por años yo oraba: "Dios, úsame; Dios, lléname más y más con tu Espíritu; Dios, trae avivamiento" - y ahora yo estaba sentado en un "calabozo espiritual" y no pude salir. A veces yo iba a desesperarme. Pero esto es lo que recibes cuando pides a Dios que "te quebrante y te use". ¡No te sorprendas si El toma tu palabra en serio!

Mi primer grupo musical era casi un "ídolo" para mí en aquel tiempo (yo tenía 26 años) - como sucede a menudo con un ministerio. Pero un día, un error dramático sucedió y nos obligó a anular un concierto. Y de repente yo SUPE - simplemente SUPE, que todo esto no era de Dios. Fui solamente yo mismo esforzándome, esforzándome, esforzándome para "hacer que algo suceda" Y supe en aquel instante que todo había terminado. Esta era mi última bastión - el único ministerio espiritual que yo todavía tenía - y no era de Dios. El grupo se disolvió. NO QUEDÓ NADA MÁS. NADA MÁS QUE DIOS.

Y en vez de esforzarme e idolatrar el ministerio, yo comencé nuevamente a pasar horas simplemente disfrutando de la presencia de Dios, con lágrimas corriendo por mi cara, adorándole y teniendo comunión con El. Y empecé a experimentar una unción profética como no la había conocido antes, ni siquiera en el inicio. Yo tenía 27 años, y había estado en el desierto por siete años.

De repente, pareció que Dios me quitó el viejo abrigo pesado, y lo remplazó por un vestido de alabanza. Y me dijo repetidamente lo mismo: "Viene avivamiento. Viene avivamiento." Durante un período intensivo de tres días, Dios me mostró como pude atacar y destruir en el nombre de Jesús muchas de las fortalezas de orgullo, rebelión, religiosidad, etc, que habían influenciado mi vida por muchos años. Y esto fue lo que hice. ¡Gloria a Dios! Les digo, fui transformado.

Y Dios me trajo en contacto con muchas personas proféticas que vivían una vida de oración. La mayoría de ellos eran miembros de iglesias, pero algunos no - a mí ya no me importaba de qué manera se reunían con otros; su relación con Dios era lo importante. Muchos de ellos confirmaron lo que Dios me estaba mostrando. Repentinamente ¡yo ya no estaba solo! Dios estaba mostrando a otras personas las mismas cosas. Y empecé a sentir que debía escribirlo todo para compartirlo con otros.

Ya no estuve quebrantado y desesperado en el desierto. Estuve libre en Jesús. Pero algunas cosas importantes en mí habían cambiado durante este "viaje por el desierto". Ya no fui la misma persona. Mucho de mi aspereza había desaparecido. Yo me apoyaba mucho más en Dios, para todo. Hoy pienso, ¿cómo pudo Dios alguna vez haberme usado de la manera como yo era antes?

Deseo sacar dos conclusiones. La primera es, creo que Dios me sacó del sistema eclesiástico más por causa de las faltas en mí mismo, que por causa de las faltas en la iglesia. (Aunque es obvio que la iglesia de hoy sí tiene problemas serios.) El quiso llevarme a un lugar solitario para quitarme mi arrogancia, mi orgullo, mi torpeza, mi legalismo. Después El también me quitó mi actitud "superior" hacia los cristianos que se habían quedado en las iglesias. El quiso quebrantarme y humillarme (como yo mismo había pedido), porque solamente así pudo usarme. Fue un proceso devastador, pero hábilmente dirigido por Dios. El no desea destruirnos, sino librarnos de nosotros mismos, y reconstruirnos en la imagen de Su Hijo santo.

Yo creo que muchas personas proféticas (como yo mismo en aquellos días) tienen problemas de "rebelión". Parece que a veces ellos se oponen a los líderes a propósito. Y después desarrollan un "complejo de persecución" o se hunden en lástima por sí mismos. Yo hice todo esto y más. ¡Cuán engañoso y malo es el corazón del hombre!

Por el otro lado, me identifico con aquellos profetas que hablan una palabra impopular desde el corazón de Dios, y son rechazados por ello. Es una experiencia devastadora para un profeta. Sentimos personalmente la aflicción de Dios, porque Dios nos hizo así. Estuve en estas situaciones también. Pero encontré que solamente cuando has tratado la rebelión en tu vida, puedes estar confiado de que hablarás nada más que la palabra de Dios a un líder.

Otro asunto acerca de las personas proféticas y los "cristianos sin iglesia" es el individualismo que los rinde inutilizables para Dios, porque no pueden relacionarse con un "cuerpo". Simplemente no es posible tener un cuerpo compuesto de individualistas. Un cuerpo verdadero tiene líderes, y tiene miembros que están "enlazados" unos con otros. Si no puedes "enlazarte" con un cuerpo, no tendrás parte en el avivamiento que viene. Creo que los errantes "profetas solitarios" podrán causar muchos problemas en el avivamiento venidero - aun peores de los que tenemos hoy.

Mi segunda conclusión es que el desierto sí es un lugar válido para personas que están siendo quebrantados, entrenados y formados por Dios. Muchos de los héroes de Dios, grandes y pequeños, a través de los siglos, fueron personalmente tratados por Dios en el desierto. Y yo creo que muchos de los que Dios está preparando hoy, fueron guíados por El a través del desierto. Pero el desierto no es la respuesta; es solamente un lugar de transición. Si te quedas atrancado en el desierto como los israelitas, entonces estás en problemas. Si el desierto te gusta más que la Tierra Prometida, estás en GRANDES problemas. La mayoría de los israelitas perecieron en el desierto. No lo aprovecharon para su preparación, como debían haberlo hecho. Fueron al lugar de la prueba y fallaron la prueba. Pero históricamente, el desierto ha sido un lugar importante de quebrantamiento y entrenamiento para muchos hombres y mujeres de Dios.

Entonces pido a los que están "en la iglesia", que no menosprecien lo que está sucediendo en las vidas de algunos cristianos que fueron "llamados afuera" por Dios para algún tiempo. Y a éstos les pido que no les menosprecien a ustedes. Dios usa el desierto, no tanto para sacar a la gente fuera del "sistema", pero para sacar el "sistema" fuera de la gente. Necesitamos "desaprender" muchas de nuestras costumbres de "cristiandad", para no repetir los errores viejos en el avivamiento nuevo. Este no será un avivamiento de "cristiandad" como muchos lo esperan. Será un avivamiento en las calles, afuera de la "cristiandad". ¿Por qué arruinarlo con las maneras eclesiásticas de "hacer las cosas como siempre"? Es por esta necesidad de "desaprender", que últimamente Dios sacó a tantos cristianos afuera al desierto. Es una preparación para el mover que viene, que será muy diferente de lo que conocemos ahora. Pero será también muy práctico, como la primera iglesia.

Escribí esto para desafiar a ambos grupos: los que están dentro, y los que están afuera del "sistema". Prepárense para cualquier cosa que Dios tiene para ustedes, y para lo que El va a hacer. Y deseo que comprendan los diferentes caminos por los que Dios está guiando a Su pueblo.

Volviendo a mi propia historia: Tengo ahora 38 años. Mi esposa y yo tenemos un matrimonio feliz desde hace 18 años, y tenemos seis hijos maravillosos. Nos involucramos finalmente en una iglesia del Ejército de Salvación, llena del Espíritu, y más tarde en un grupo bautista, en Nueva Zelandia. Y poco después Dios me llamó al ministerio itinerante a tiempo completo. Pero definitivamente mi ministerio se ha vuelto más radical con el paso del tiempo.

Durante muchos meses viajé por Nueva Zelandia, prediqué acerca del "avivamiento en las calles" que viene, e insté a la gente a orar por un gran derramamiento del Espíritu Santo. Pero un momento importante fue en 2003 cuando visité América por primera vez. Prediqué un mensaje que más tarde fue conocido como "Truenos en Nashville". Parecía que una nueva audacia y autoridad vino sobre mí para llamar a la gente al ARREPENTIMIENTO. En agosto de 2003, Dios me despertó a las 4 de la madrugada (algo muy extraño para mí), y repentinamente echó luz sobre una de las claves de las prédicas de Wesley y Finney que yo nunca antes había visto. (Ellos desafiaron la "seguridad de salvación" de los miembros de la iglesia, y les demostraron desde las Escrituras que muchos de ellos nunca habían nacido de nuevo.) Cuando empecé a predicar este mensaje, vi a personas arrepentirse con lágrimas y confesiones de su pecado, como nunca antes había visto.

Dios me llamó también a predicar "Reforma"; y esta es la parte más radical y más controvertida de mi ministerio. Estoy convencido de que un gran "sacudón" vendrá sobre la iglesia y traerá muchos cambios. Creo que actualmente estamos en un estado muy tibio, y Dios no soportará esto por mucho tiempo. El se moverá de una manera que chocará a muchos cristianos. Es necesario regresar a la pureza, la sencillez y el poder de la iglesia temprana. Para algunas personas, esto será un cambio muy doloroso.

Entonces, este es el trasfondo desde el cual nació mi sitio web, http://www.revivalschool.com (ahora http://www.johnthebaptisttv.com). Deseo que sea un "trompetazo" que despierte a la iglesia.


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