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Catherine Booth

Cristianismo agresivo

Editado y parafraseado por Keith y Melody Green

"Y él les dijo: Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura." (Marcos 16:15)

"Y yo dije: ¿Quién eres, Señor? - Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate y ponte sobre tus pies; para esto te he aparecido, para hacerte un siervo y testigo no solo de lo que has visto, sino también de las cosas en las que te apareceré; librándote del pueblo judío y de los gentiles, a los que te envío, para abrir sus ojos, para que se vuelvan de la oscuridad a la luz y del dominio de satanás a Dios, para que reciban perdón de los pecados y una herencia entre los que son santificados, por la fe en mí." (Hechos 26:15-18)

Mientras leía estos pasajes, yo estaba pensando: Cómo sería si podríamos borrar de nuestras mentes todo conocimiento de la historia del cristianismo después del final del libro de Hechos - y después mirar nuevamente al libro de Hechos, sentarnos y calcular lo que debería suceder en el mundo. Muy probablemente esperaríamos resultados muy diferentes - un mundo radicalmente cambiado, como resultado del cristianismo. ¡Un sistema que comenzó con tanto poder, bajo tales promesas y declaraciones por parte de su autor, y que produjo en el primer siglo unos resultados tan tremendos! Estaríamos pensando (si no supiéramos nada de lo que sucedió después y hasta hoy), que hace tiempo ya el mundo entero hubiera caído bajo la influencia de este sistema, y hubiera sido traído bajo la autoridad de su gran Fundador. Digo que al leer estos Hechos, y al observar el Espíritu que movía a los primeros discípulos, que hubiéramos esperado unos resultados mil veces más grandes - y en mi opinión, esta expectativa sería perfectamente racional y justa.

Los cristianos declaramos que en el Evangelio de Cristo tenemos una palanca poderosa, que si se aplicaría correctamente y universalmente, levantaría la carga entera de pecado y miseria de los hombros (o sea, de las almas) de nuestros prójimos - un remedio total por todas las dolencias morales y espirituales de la humanidad. Todos declaramos que creemos esto - los cristianos han declarado por generaciones creer esto - pero miremos el mundo, miremos a las naciones que se llaman "cristianas". La gran mayoría en estas naciones ignoran a Dios completamente, y ni siquiera hacen el esfuerzo de recordarse de El un día por semana. Y miremos el resto del mundo. A menudo me deprimí tanto con esta perspectiva de las cosas, que sentí como si mi corazón se quebrantaría. No sé como se sienten otros cristianos, pero yo puedo decir sinceramente que "mis ojos derraman ríos de agua, porque ellos no guardan tu ley" (Salmo 119:136) ... y porque me parece que el pacto actual, comparado con lo que Dios quiso que sea, fue y es un fracaso tan grande como lo fue el pacto anterior.

Ahora pregunto, ¿cómo puede ser esto? No creo ni por un momento que esto esté de acuerdo con el propósito de Dios. Algunas personas tienen una manera muy conveniente de esconderse detrás de "los propósitos de Dios", diciendo: "Oh, El hará Su propia voluntad". ¡Deseo que lo hiciera! Ellos dicen: "Sabes, al final de cuentas, la voluntad de Dios se lleva a cabo." ¡Deseo que fuera así! El dice (en las Escrituras) que Su voluntad no se está haciendo; y vez tras vez lamenta que no está hecha. El quiere que sea hecha... ¡pero NO SE ESTÁ HACIENDO! No sirve para nada, proclamar teorías y teologías que están en conflicto con las cosas como son en realidad. Ya hemos tenido demasiado de eso, y su efecto ha sido desastroso. Vemos que el mundo está en esta condición terrible... ¡casi dos mil años han pasado y aquí estamos! Cuán poco ha sido hecho, en comparación. Cuán pequeños han sido los cambios en las costumbres, actitudes, y decisiones de la raza humana.

Algunos de ustedes dirán: "Bueno, pero mucho se ha hecho." ¡Gracias a Dios por ello! Sería triste si nada se hubiera hecho; pero es como una gota en el océano, en comparación con lo que debería haberse hecho. Ahora, yo no puedo aceptar ninguna teoría que opaca el amor y la bondad de Dios en nuestros ojos, como si El tuviera la culpa de la falta de vitalidad y poder en la cristiandad. Y hasta donde alcance mi influencia, yo no permitiré que la responsabilidad y la culpa de todo esto se eche sobre Dios. El amó al mundo de tal manera, que entregó a Su Hijo unigénito al sufrimiento y a la muerte, para redimir al mundo. ¡No puedo creer que Dios tenga la culpa! Más bien creo que el viejo enemigo ha tenido éxito en causar esta situación - en retrasar el cumplimiento de los propósitos de Dios, y en mantener el mundo a gran escala bajo su propio poder e influencia. Y yo creo que alcanzó su éxito de la misma manera como siempre antes - engañando al mismo pueblo de Dios. El siempre lo hizo así. El siempre fabricó una falsificación casi idéntica de la cosa real de Dios; y cuánto más parecido al original lo puede hacer, más éxito tiene.

El tuvo éxito en engañar al pueblo de Dios:

Primero, en cuanto al estándar de su propia vida religiosa.

Y segundo - tuvo éxito en engañarlos en cuanto a sus deberes y obligaciones hacia el mundo.

Primero, tuvo éxito en engañarlos en cuanto al estándar de su propia vida religiosa. Logró que casi la iglesia entera reciba lo que llamo una religión de "miserable de mí". Logró rebajar el estándar que Jesucristo mismo estableció en Su libro - un estándar que debe no solamente ser apuntado, sino alcanzado - un estándar de victoria sobre el pecado, sobre el mundo, la carne y el diablo - ¡un cristianismo real, vivo, que reina y triunfa! Satanás conoció el secreto del gran éxito de aquellos primeros discípulos. Fue su dedicación de todo corazón, su amor por Cristo que abarcaba todo, su extrema renuncia al mundo. Fue su entrega entera a la salvación de sus prójimos y la gloria de su Dios. Fue una religión entusiasta que los absorbió completamente, y los hizo dispuestos a volverse peregrinos y vagabundos - a vivir en cuevas y cavernas, a ser desgarrados, a sufrir persecución en todas sus formas hasta el fin del mundo - todo por causa de El.

Fue este grado de consagración, que satanás vio que no pudo hacer nada en contra. ¡Personas como estas iban a conquistar el mundo con toda seguridad! La gente no podía resistir contra esta clase de espíritu, este monto de amor y celo; y si los cristianos hubieran continuado como comenzaron, entonces la profecía gloriosa ya se hubiera cumplido hace tiempo - los reinos de este mundo ya hubieran "venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo" (Apoc.11:15).

Rebajando el estándar

Por tanto, el enemigo dijo: "¿Qué haré? Al fin, de todas maneras seré vencido. Perderé mi posición como dios de este mundo. ¿Qué puedo hacer?" - Hubiera sido inútil levantar un sistema gigantesco de error, donde todo el mundo podría ver el error. Esto nunca ha sido el camino de satanás. Su plan fue, ganar control aquí y allá sobre algún buen hombre que podría, como dice el apóstol, entrar encubiertamente y predicar una doctrina diferente, y que "engañaría, si fuera posible, incluso a los elegidos" (Mat.24:24). ¡Y lo hizo! Cumplió su plan. Gradualmente rebajó el estándar de la vida y del carácter cristiano. Y aunque en cada avivamiento en la historia Dios volvió a levantar el estándar en cierta medida, nunca hemos vuelto completamente a la sencillez, pureza y dedicación que vemos en los Hechos de los apóstoles. Cada vez que Dios elevaba la temperatura en la iglesia, de manera que la gente fue nuevamente llena del fuego del Espíritu Santo - en cada época, satanás encontró a alguien que iba a oponerse, diciendo que este estándar era demasiado alto para la naturaleza humana. Sería totalmente inalcanzable, y por tanto, los cristianos deberían quedarse sentados y estar contentos con ser gente "miserable de mí", hasta el último de sus días. Así satanás trajo la iglesia a una condición que a veces me hace sentir vergüenza tan solamente por la manera como los cristianos hablan. No me extraña que las personas pensadores e inteligentes sientan rechazo contra un tal cristianismo. Yo también hubiera sentido rechazo, si no hubiera conocido el poder de la piedad. Creo que la clase de religión que tenemos actualmente, ha hecho más ateos que todos los "libros ateos" que se han escrito.

Sí, satanás sabía que tenía que bajar a los cristianos de esa fortaleza alta de la consagración entera a Dios. El sabía que no tenía ninguna oportunidad, hasta que los podía tentar a bajar de esa fortaleza bendecida. Entonces empezó a divulgar estas doctrinas falsas, para contrarrestar lo que Juan escribió en sus cartas - porque antes de su muerte, Juan vio lo que iba a venir, y sonó la alarma: "Hijitos, que nadie les engañe; el que practica justicia es justo, como él es justo; el que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el inicio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo." (1 Juan 3:7-8). Oh Señor, ¡aviva nuevamente esta doctrina! ¡Ayúdanos a levantar el estándar nuevamente!

Oh, el gran mal es que la gente de corazón deshonesto se siente condenada por este estándar, y entonces lo rebaja al nivel de su propia experiencia miserable. Yo dije cuando era joven (y lo he repetido muchas veces en mis años maduros) que incluso si me enviaría al infierno, yo nunca rebajaría el estándar. Oh, ¡que el pueblo de Dios tenga este mismo sentir! Aquí, en la Biblia, el estándar glorioso está puesto delante de nosotros, el poder está a nuestra disposición, las condiciones están establecidas, y nosotros todos podemos alcanzarlo si estamos dispuestos. Pero aun si no estamos dispuestos - por amor a los niños y a las generaciones que todavía no nacieron, no permitamos que se rebaje el estándar hasta concordar con nuestra experiencia débil y fallible. ¡MANTENGAMOS EL ESTÁNDAR! Esta es la manera de conseguir que el mundo preste atención. Muestre al mundo un cristianismo real, vivo, sacrificándose a sí mismo, trabajando duro, esforzándose, y triunfante, y el mundo será influenciado por él. Con cualquier cosa menos que esto, el mundo volverá la espalda y escupirá a nosotros.

Deberes y obligaciones hacia el mundo

Segundo, satanás ha engañado aun a aquellos a los que no pudo inducir a rebajar el estándar de su propia vida. Los engañó en cuanto a sus deberes y obligaciones hacia el mundo. Estuve leyendo últimamente el Nuevo Testamento con una atención especial al espíritu agresivo del cristianismo original. Hasta donde puedo ver, nos quedamos infinitamente atrás en comparación. "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura." Mira lo que implica esta comisión. Creo que ninguna generación después del primer siglo alguna vez ha captado la profundidad de esta comisión divina. ¡Mírala! ¿Te puede ocurrir que su significado sería: "Id y construid capillas e iglesias, e inviten a la gente que entren allí, pero si no quieren - déjenlos"? "¡ID!" ¿A quiénes? - "A toda criatura." ¿Dónde debo ir a su encuentro? DONDE ESTÁN. "Toda criatura." Esta es la extensión de tu comisión. Búscalos, corre detrás de ellos, dondequiera que puedes ir a su encuentro. "Toda criatura" - en cualquier lugar donde puedas encontrar a alguna criatura que tenga alma - anda y predícale el evangelio. Si lo comprendo, este es el significado y el espíritu de esta comisión.

En otra comisión a Pablo, Dios dice: "Te envío para abrir sus ojos, para que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de satanás a Dios" (Hechos 26:1-18). Ellos están durmiendo - anda y despiértalos. Ellos no ven su peligro. Si lo viesen, no tendrías necesidad de correr detrás de ellos. Ellos están ocupados con otras cosas. Abre sus ojos, y hazles volver con tu seriedad desesperada, persuasión intensa, y fuerza moral. ¡Oh! estoy temblando cuando pienso en lo mucho que un solo hombre puede hacer por los demás! "Que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de satanás a Dios." ¿Cómo comprendió Pablo esto? El dice: "Persuadimos a hombres." (2 Cor.5:11) No te contentes con solamente exponerlo, dar invitaciones suaves, y dejarlos a solas. Pablo corría detrás de las pobres almas, y los jalaba para sacarlos del fuego. ¡Haz lo mismo! ¡Quita las vendas de sus ojos, con las que satanás los ató; golpea y quema tus palabras con el fuego del Espíritu Santo en sus pobres corazones duros y oscurecidos, hasta que se den cuenta de que están EN PELIGRO! Búscalos. Si lo comprendo, este es el espíritu de los apóstoles y de los primeros cristianos.

Seguramente está bien levantar iglesias, e invitar a la gente allí. ¿Pero crees que estamos cumpliendo la comisión haciendo solamente esto, mientras la gran mayoría de la población ignora completamente nuestras invitaciones, y no presta ninguna atención a nuestros cultos? Ellos no vendrán a nosotros. Este es un hecho. Jesucristo dice: "Búscales." El dice: "Ve por los caminos y por los vallados, y oblígalos a entrar, para que se llene mi casa" (Luc.14:23). En otras palabras: "Yo voy a tener invitados, y si no los puedes traer con medidas amables y civiles, usa medidas militares." Anda y oblígalos a entrar.

¡Oh! La gente dice que hay que tener mucho cuidad. Que no hay que forzar la religión sobre nadie. ¡Qué! ¿Debo esperar hasta que un hombre inconverso, impío, desea ser salvo, antes que yo intente salvarlo? ¿Tengo que dejar a mis amigos inconversos tranquilamente ir a la perdición, y nunca hablarles de sus almas, hasta que ellos me pidan: "Por favor, quiero que me prediques"? ¿Es este el espíritu de los primeros cristianos? ¡No! Por tanto, tenemos que hacer que ellos miren, y si se escapan de ti en un lugar, encuéntrales en otro lugar, y no los dejes en paz hasta que se sometan a Dios. Esto es lo que el cristianismo debería hacer en esta tierra, y hay suficientes cristianos que lo podrían hacer. Mira, podríamos sacudir el mundo de tal manera que ellos se salvarían por defenderse a sí mismos - si nosotros solamente fuéramos lo suficientemente agresivos y determinados para que ellos no tengan paz en sus pecados.

Un ejemplo

Estuve hablando en una ciudad en Inglaterra acerca de la responsabilidad de los cristianos por la salvación de las almas. El señor que me alojaba se había estremecido un poco bajo la verdad, pero en vez de tomarlo a pecho y volverse un mejor siervo de Dios, él dijo: "Pienso que usted ha sido bastante duro con nosotros esta mañana." - Yo dije: "¿Verdad? Lo sentiría mucho si sería más duro con alguien, de lo que sería el Señor Jesucristo." - El dijo: "Sabe, usted puede llevar las cosas a un extremo. Usted habló acerca de buscar las almas, y sacrificarse. Pero usted sabe que nosotros construimos las capillas e iglesias y pagamos a los ministros - y si la gente no se salva, ¡no podemos hacer nada acerca de ello!" - Yo dije: "Esto es muy insensible e ingrato de parte de la gente, yo estoy de acuerdo con esto. Pero, señor, usted no razonaría así en un asunto serio de salud. Suponga que una plaga se está propagando en Londres, y todos los hospitales y edificios públicos fueran destinados al tratamiento de la enfermedad. Y suponga que el gobierno haga proclamar que cualquiera que se acerque a estos lugares, recibirá tratamiento gratis, con la garantía de ser curados. Ahora, ¿qué si la gente fuera tan ciega e indiferente, que se negaran a venir a los hospitales, y si por eso la plaga incrementara y miles murieran? ¿Qué diría usted? Bueno, el gobierno hizo todo lo que pudo, y si la gente no quiere ir a hacerse tratar, ellos merecen morir - ¡déjenlos! ¿Qué? ¿Qué todo el mundo muera? ¡No! Si la gente no quiere venir, hay que ir a la gente y asegurar que todos reciban el tratamiento necesario."

No tuve que explicar más ... él lo comprendió, y creo, por el Espíritu de Dios, fue capaz de ver su error, tomarlo a pecho, y determinar de ir a trabajar por las almas.

Lo que tenemos que hacer

La gente está ocupada con muchas cosas, y tenemos que llamar fuertemente su atención a este tema de la salvación. Seguramente hay alguna alma sobre la que tú tienes más influencia que cualquier otra persona en la tierra. ¿Estás haciendo todo lo que puedes para su salvación? Tómalo aparte y dile: "Mi querido amigo, nunca te he hablado de cerca, cuidadosamente y con oración, acerca de tu alma." Hazle ver las lágrimas en tus ojos; o si no puedes llorar, hazle escuchar las lágrimas en tu voz. Haz que se dé cuenta de que tú estas sintiendo su peligro, y estás desesperado por él. Entonces Dios dará Su Espíritu Santo para que pueda ser salvo.

Es una mala señal para el cristianismo actual, que provoca tan poca oposición. Esto ya es suficiente para comprobar que el cristianismo actual está mal. Cuando la iglesia y el mundo pueden caminar cómodamente lado a lado, entonces puedes estar seguro que algo está mal. El mundo no ha cambiado - su espíritu sigue exactamente el mismo como siempre. Si los cristianos estuvieran igualmente fieles al Señor, separados del mundo, y viviendo de una manera que su vida fuera un reproche contra toda impiedad, entonces el mundo los odiaría tanto como lo hacía antiguamente. Es la iglesia que ha hecho concesiones, no el mundo. Tú dices: "¡Estás implicando que debemos entrar en un conflicto interminable con el mundo!" - Sí: "No piensen que vine para traer paz al mundo; no vine para traer paz, sino la espada" (Mat.10:34) - ¡Habrá alboroto, sí! Los Hechos de los apóstoles están llenos de historias de alborotos. Un alboroto fue tan grande que el capitán del ejército tuvo que hacer cargar a Pablo por encima de los hombros de la gente, porque de otra manera le hubieran desgarrado en pedazos. "¡Qué conmoción!", dirás. Sí, y si fuera así hoy, salvaríamos a miles de pecadores.

La dignidad del amor

"Pero", dices, "¿no sería esto inconsistente con la dignidad del evangelio?" - Depende de lo que quieres decir con "dignidad". Hablando humanamente, fue algo muy indigno, morir en una cruz entre dos criminales. Los fariseos escupieron al Señor humillado, menearon sus cabezas y dijeron: "A otros salvó, pero a sí mismo no puede salvar." ¡Ah! pero fue su intención salvar a otros. Esta fue la dignidad del amor eterno, inextinguible, que se humilló para sufrir en lugar de su criatura rebelde, el hombre. Fue el Dios encarnado, poniéndose en el lugar del hombre condenado - ¡la dignidad del AMOR!

¡Oh amigos! ¡Que reciban este bautismo del amor! Entonces estarán dispuestos, como los apóstoles, a meter su cuerpo dentro de una canasta y ser bajados por el muro, si fuera necesario - o a sufrir naufragio, hambre, peligro, desnudez, fuego, o la espada, o incluso ser decapitados (2 Cor.11:23-33) - si con esto podrán extender Su reino y ganar almas para las que El derramó Su sangre. ¡Oh Señor, llénanos con este amor y bautízanos con fuego! Y entonces el evangelio se levantará y será glorioso en la tierra, y los hombres pondrán su confianza en él. Ellos sentirán su poder, y se someterán a él por miles, y por la gracia de Dios, ¡LO HARÁN!

Catherine Booth (1829-1890) y su esposo William fundaron el Ejército de Salvación en 1865 en su tierra natal de Inglaterra. Juntos educaron a ocho hijos cristianos entregados, y predicaron el evangelio a nivel mundial. En su afán por salvar a otros, Catherine se expuso audazmente, en formas que muchas mujeres (aun hoy en día) no se atreven. Y en el ejército que William y Catherine guiaban, hombres y mujeres trabajaban lado a lado para la salvación del mundo. Su vida hizo una tal impresión que en ocasión de su muerte, más de 50'000 personas se reunieron en la Sala del Congreso en Londres para rendir homenaje a la "Madre del Ejército de Salvación". Más de 36'000 asistieron a su funeral, y en respuesta a la invitación de dar sus corazones a Dios, cientos se pusieron de pie.
Catherine escribió seis libros, y varios tratados y artículos. Su biografía, "Catherine Booth", escrita por su nieta, fue publicada (en inglés) por Hodder & Stoughton.

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